La agrupación de milicias Resistencia Islámica en Irak reivindicó este lunes el lanzamiento de cuatro misiles contra la base aérea de la coalición internacional liderada por Estados Unidos en Ain al Asad, en el oeste del país árabe, que no registró daños materiales ni humanos, tras meses sin apenas lanzar ataques.
Agencias de noticias y medios estadounidenses reportaron que varias personas resultaron heridas en el ataque. Funcionarios de defensa de Estados Unidos dijeron a AP que las tropas de la base aérea de Al Asad aún estaban evaluando los daños.
En un breve comunicado, las milicias iraquíes proiraníes afirmaron que “la base ocupada de Ain al Asad fue atacada” y reiteraron su intención de “continuar destruyendo los bastiones del enemigo con un ritmo acelerado”, sin aportar más detalles.
Por otro lado, una fuente de seguridad iraquí de la provincia de Anbar dijo a la agencia de noticias EFE que “la base aérea de Ain al Asad, al oeste de la provincia, fue atacada esta tarde por cuatro misiles Katyusha”.
Según esta fuente, “las defensas aéreas lograron derribar dos de ellos antes de que alcanzaran sus objetivos, mientras que dos misiles cayeron en las cercanías de la base sin causar daños materiales ni humanos”.
La semana pasada, la milicia iraquí Kataib Hezbollah, el buque insignia de la amalgama de grupos armados proiraníes Resistencia Islámica en Irak, acusó a Estados Unidos de matar a cuatro de sus miembros en un ataque con drones que tuvo como objetivo posiciones de la formación al sur de Bagdad.
Ese bombardeo, que provocó cuatro muertes confirmadas por Kataib Hezbollah, se produjo después de que en las últimas semanas varias bases con presencia estadounidense en Irak y en Siria fueran atacadas por grupos desconocidos.
Sin embargo, el ataque de este lunes reivindicado por la Resistencia Islámica en Irak devuelve al tablero a esta organización proiraní que cesó en gran medida sus ataques después de que en enero uno de sus drones matara a tres militares estadounidenses en la frontera entre Siria y Jordania.
Ese ataque provocó una respuesta de EEUU en territorio iraquí y la consiguiente condena del Gobierno de Bagdad, que pidió la expulsión de las tropas estadounidenses del país.
Eso desembocó en un proceso de negociación entre EEUU e Irak para establecer un cronograma que determine la retirada de las tropas estadounidenses de Irak, apostadas en el país desde 2014 para luchar contra el grupo yihadista Estado Islámico.
(Con información de EFE y AP)