Los Juegos Olímpicos de París 2024 marcarán un hito al contar con el mayor número de deportistas abiertamente LGBTQ+ en la historia de las Olimpiadas. Con 193 atletas identificados, según Outsports, este récord supera a los 186 de Tokio 2021. Este avance muestra un importante cambio en el panorama deportivo, aunque aún queda mucho por hacer en cuanto a la aceptación de la comunidad queer en el mundo del deporte.
Jim Buzinski, cofundador de Outsports, señaló a la agencia de noticias AP que “más y más personas están saliendo del clóset, se dan cuenta de que es importante ser visibles porque no hay otra forma de obtener representación”.
En los Juegos Olímpicos de 2012 en Londres, Charline Van Snick, una judoca belga que ganó la medalla de bronce, tuvo que ocultar su orientación sexual por consejo de su entrenador.
“Fue un momento en el que no me sentí como yo misma”, declaró Van Snick a AP. “Él dijo: ‘Tienes que encajar en la caja. Todos te están mirando y tienes que ser heterosexual’”, agregó. Esta situación resaltó que, aunque hubo avances, “el mundo aún necesita progresar mucho para aceptar a las personas LGBTQ+”, argumentó la atleta.
Durante la ceremonia de apertura de los Juegos de París, se produjo una controversia cuando la DJ y productora Barbara Butch, un ícono LGBTQ+, estuvo acompañada por artistas drag en una escenificación que algunos críticos interpretaron como una burla a “La Última Cena” de Leonardo da Vinci.
Estos actos desataron la ira de grupos religiosos. Butch declaró a AP que su abogado presentará quejas debido a las amenazas y abusos en línea que ha recibido tras el espectáculo.
Amélie Oudéa-Castéra, ministra de deportes de Francia, declaró: “Es importante para París seguir luchando contra todo tipo de discriminación. El deporte es un agente muy poderoso para impulsar este progreso en la sociedad”.
La Asociación Olímpica Internacional (COI) también reafirmó su compromiso con la inclusión durante la ceremonia de apertura. Thomas Bach, presidente del COI, expresó en su discurso: “En nuestro mundo olímpico, todos pertenecemos”.
Este reconocimiento fue bien recibido por la comunidad LGBTQ+, y como señaló Matt Clark: “París ha comenzado un legado que continuará en otros Juegos. Es importante mostrar que está bien ser gay y que hay un futuro brillante por delante”.
Sin embargo, los desafíos persisten. El uso de aplicaciones de citas como Grindr, Bumble y Tinder ha sido un tema delicado en los Juegos anteriores, ya que algunos intentan exponer a los atletas no abiertamente LGBTQ+ revisando sus perfiles.
Para mitigar este riesgo, Grindr anunció que desactivará las funciones de localización en la villa olímpica y otras áreas oficiales de los Juegos en París. Esto permitirá que los atletas LGBTQ+ se conecten “auténticamente sin preocuparse por miradas indiscretas o atención no deseada”.
A pesar de las medidas, persisten los problemas de seguridad para muchos atletas LGBTQ+. Jérémy Goupille, copresidente de la Pride House, mencionó la importancia de estos espacios seguros, especulando sobre el peligro al que se enfrentan los atletas LGBTQ+ que vienen de países donde ser abiertamente gay es peligroso o ilegal.
La evolución en la visibilidad y aceptación de los atletas LGBTQ+ ha crecido significativamente desde los Juegos de Sídney en 2000, cuando solo unos cinco deportistas se identificaron como tales. Este avance es, según Buzinski, fundamental para obtener mayor representación y visibilidad en el deporte.