La muerte en Irán del líder político de Hamas, Ismail Haniyeh, plantea interrogantes sobre la capacidad de la República Islámica para garantizar la seguridad de sus más altos funcionarios y aliados de Estado, y sobre lo que planea hacer a continuación.
Haniyeh, quien se encontraba en Teherán para asistir a la toma de posesión del presidente Masoud Pezeshkian, fue asesinado por un ataque israelí contra la casa donde se hospedaba durante la noche, dijo Hamas en un comunicado el miércoles. Su muerte se produjo horas después de que Israel dijera que había matado a un comandante de Hezbollah en el Líbano y apenas unos meses después de la muerte de un general del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) de Irán en Siria, de la que Teherán culpó a Israel.
Teniendo en cuenta que Haniyeh se encontraba en suelo iraní y que horas antes había aparecido en directo en la televisión estatal aplaudiendo a Pezeshkian, su asesinato es profundamente vergonzoso para los servicios de inteligencia iraníes y, en particular, para el líder supremo, el ayatollah Ali Khamenei, y el CGRI.
Como anfitrión de Haniyeh, Irán tiene el “deber de buscar venganza” por su muerte, dijo Khamenei en una declaración leída en la televisión estatal. El “régimen sionista asesino y terrorista” de Israel debe esperar un “severo castigo”, añadió. Israel no ha reivindicado la autoría del atentado.
Operaciones especiales
Irán es uno de los principales estados que apoya a Hamas, la cual está en guerra con Israel en Gaza desde que sus militantes atacaron el país el 7 de octubre. Junto con Hezbollah, con sede en Líbano, los hutíes de Yemén y la Yihad Islámica palestina, conforman un denominado eje de resistencia contra los intereses de Israel y EEUU en la región. Todos están envueltos en conflictos de diversos grados con Israel.
Los altos funcionarios de inteligencia y seguridad de Irán estarán ahora evaluando su próximo movimiento. Deberán decidir si responden de forma limitada para evitar de nuevo una guerra a gran escala o si el asesinato de Haniyeh cruza una línea y fuerza al país a buscar restaurar su imagen en la región.
La Misión de Irán ante las Naciones Unidas dijo en X que la represalia sería en forma de “operaciones especiales”, lo que sugiere una respuesta limitada. En ocasiones anteriores Irán ha lanzado ataques con misiles contra bases militares israelíes o de EEUU.
“El ataque muestra el enorme agujero en el aparato de inteligencia y seguridad de Irán que está filtrando información y es un bochorno enorme para Teherán”, dijo Sanam Vakil, director del Programa para Medio Oriente y el Norte de África de Chatham House. Es especialmente grave porque se produce pocos días después de que el ministro de Inteligencia saliente de Irán, Esmail Khatib, afirmara que Teherán había reducido la influencia de la inteligencia israelí dentro del país, dijo.
Una explicación del importante fallo de seguridad puede encontrarse en una declaración de 2021 de Ali Younesi, ex ministro de Inteligencia iraní. En una entrevista concedida a Jamaran News, afirmó que “nuevos servicios rivales de inteligencia” fundados a principios de la década de 2010 habían socavado gravemente el Ministerio de Inteligencia y contribuido directamente a la infiltración del Mossad de Israel dentro de Irán.
Irán ya ha estado a punto de entrar en guerra directa con Israel este año, cuando lanzó una andanada de misiles en respuesta a un ataque a Damasco en abril. Esa vez Israel tomó represalias limitadas.
Comienzo complicado
El ataque ha complicado el inicio de la presidencia de Pezeshkian, elegido tras la muerte del ex primer ministro Ebrahim Raisi en un accidente de helicóptero en mayo, un incidente que también suscitó dudas sobre la capacidad de Irán para garantizar la seguridad de los funcionarios más importantes del país.
Como reformista, Pezeshkian, de 69 años, se ha comprometido a presionar a EEUU para que levante las sanciones y restablezca los lazos económicos con el resto del mundo, ambiciones que ahora serán aún más difíciles de tragar para el establishment antioccidental en Irán. El público asistente a la toma de posesión de Pezeshkian coreó “muerte a Israel” en algunos momentos de su discurso.
Haniyeh ya había visitado Teherán en al menos otras tres ocasiones desde el ataque del 7 de octubre contra Israel, en el que milicianos dirigidos por Hamas mataron a unas 1.200 personas. La ofensiva de represalia de Israel ha dejado casi 40.000 palestinos muertos, según las autoridades de salud en Gaza, y ha dejado gran parte del territorio en ruinas.
Desde 2007, se cree que Israel está detrás de una serie de asesinatos de científicos nucleares iraníes, en la mayoría de los cuales participaron pistoleros montados en motocicletas.
El más dramático de ellos se produjo en noviembre de 2020, cuando Mohsen Fakhrizadeh, un físico nuclear considerado el cerebro del programa nuclear iraní, fue asesinado con una ametralladora operada a distancia cuando conducía por una autopista de las afueras de Teherán, según informaron entonces los medios estatales iraníes.
La muerte de Fakhrizadeh se produjo casi un año después de que el entonces presidente de EEUU, Donald Trump, ordenara un ataque con drones contra el general más poderoso de Irán, Qassem Soleimani, mientras se encontraba de visita en Irak.
Este miércoles, la televisión estatal iraní emitió fragmentos del homenaje de Haniyeh a Soleimani durante su funeral en 2020.
“Para Pezeshkian, es por supuesto un primer día muy malo para un nuevo presidente que intentaba presentar una agenda más abierta y dialogante”, dijo Vakil. “Esto se verá comprometido por la necesidad de Irán de responder a una violación de la seguridad y la soberanía en su territorio”.
(Bloomberg)