La UE anunció este viernes que transfirió unos 1.500 millones de euros (1.600 millones de dólares) para el apoyo a Ucrania, provenientes de los beneficios generados por activos rusos congelados en el bloque.
Los países de la UE acordaron en mayo un plan para utilizar miles de millones de euros generados por esos activos congelados para armar a Ucrania y financiar su reconstrucción de posguerra.
La UE congeló alrededor de 200.000 millones de euros de activos del banco central ruso mantenidos en el bloque como parte de las sanciones impuestas a Rusia por su invasión de Ucrania en 2022.
Alrededor del 90% de los fondos congelados en la UE están en manos de la organización de depósito internacional Euroclear, con sede en Bélgica.
“La UE apoya a Ucrania. Hoy transferimos 1.500 millones de euros procedentes de activos rusos inmovilizados para la defensa y reconstrucción de Ucrania”, señaló en un comunicado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
La UE adelantó que el 90% de los beneficios se destinaría a un fondo utilizado para pagar las armas para Ucrania, conocido como Fondo Europeo para la Paz.
El otro 10% se dedicará a un fondo de la UE para apoyar las necesidades de reconstrucción de Ucrania.
Rusia criticó la medida como “ilegal”, al tiempo que Ucrania aplaudió el gesto.
“Esto es motivo para tomar medidas en respuesta a decisiones ilegales como ésta, que son implementadas por la Unión Europea”, dijo a la prensa Dmitri Peskov, portavoz del presidente ruso, Vladimir Putin.
En tanto, el primer ministro ucraniano, Denys Shymgal, agradeció a la UE por su apoyo.
“Gracias Von der Leyen y la UE por su firme apoyo y esta importante contribución a la defensa y reconstrucción de Ucrania”, expresó en sus redes sociales.
El dinero será entregado a Kiev a través del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz, que canaliza la ayuda militar al país, y de la Facilidad para Ucrania, que efectúa los pagos en ayuda macrofinanciera para contribuir a mantener el Estado en funcionamiento y a su reconstrucción.
**Se trata del primer desembolso de este tipo desde que la UE acordó en mayo utilizar los beneficios extraordinarios que generan los activos del Banco Central Ruso que están inmovilizados en territorio europeo para financiar su ayuda a Kiev: un 90 % se destinará a asistencia militar y un 10 % a ayuda financiera.
En la UE hay más de 200.000 millones de euros en activos y reservas del Banco Central Ruso inmovilizados por las sanciones, de los cuales unos 192.000 millones están depositados en la belga Euroclear, un depositario central de valores.
La reinversión de los intereses de estos activos cuando vencen genera unos beneficios extraordinarios que ascenderán a entre 2.500 millones y 3.000 millones de euros anuales en el caso de la UE. Estos beneficios están sujetos a impuestos de sociedades por parte de Bélgica. El montante restante es el que la UE canalizará a Ucrania, de modo que no se tocan los activos en sí mismos, algo que generaría problemas legales.
Al mismo tiempo, la UE acordó en junio con sus socios del G7 - Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Japón, Italia, Alemania y Francia - dar un préstamo de 50.000 millones de dólares a Ucrania que se reembolsará con estos beneficios de los activos congelados.
Los Veintisiete aún están debatiendo qué parte de este montante tendrá que aportar la Unión Europea y el modo de articular el crédito, en particular cómo garantizar la continuidad de las sanciones para asegurar que los activos rusos siguen inmovilizados y generan esos réditos.
La UE tiene que renovar sus sanciones cada seis meses por unanimidad de los 27 Estados miembros, lo que la expone al veto de cualquiera de sus países, en particular Hungría, el socio comunitario más próximo a Moscú. Su primer ministro, Viktor Orbán, visitó hace solo unas semanas a Vladimir Putin y ya ha amenazado en el pasado con bloquear las sanciones.
Los Estados barajan dos opciones: aprobar una inmovilización por un periodo indefinido que pueda revocarse, por ejemplo, una vez que Rusia pague compensaciones a Ucrania, o ampliar la vigencia de las sanciones de modo que se renueven en un plazo de entre 18 y 36 meses, y no cada medio año como ocurre ahora.
La decisión, que tiene que adoptarse por unanimidad, no se tomará hasta después del receso veraniego.
(Con información de EFE)