El departamento de Contrainteligencia del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) y la Policía Nacional han neutralizado a un grupo de agentes del servicio secreto ruso que planificaban en territorio ucraniano una serie de ataques incendiarios en espacios con una gran afluencia de civiles en varios países de Europa.
Los detenidos han sido acusados del delito de “alta traición cometida bajo la ley marcial”, así como el de “falsificación de documentos”. Las autoridades han puesto en marcha una investigación y los sospechosos se enfrentan a una pena de cadena perpetua.
“Los principales objetivos del enemigo eran centros comerciales, gasolineras, farmacias y merados de Ucrania, Polonia y los países bálticos”, reza un comunicado del SBU, que detalla que las operaciones de Contrainteligencia se han centrado en el oeste del país, especialmente en Ivano-Frankivsk.
Los trabajos de las autoridades ucranianas han culminado con la detención del líder de un “grupo criminal”, formado por casi una veintena de personas, y su cómplice, cuyas actividades eran coordinadas a distancia por el servicio de Inteligencia de Rusia.
“Los sospechosos reclutaban a personas a cambio de dinero para que cometieran atentados incendiarios contra objetivos civiles. Para encontrara a los posibles autores, utilizaban contactos personales en círculos criminales”, han añadido las autoridades ucranianas.
La organización rusa brindaba documentación falsa, pasaportes, permisos de conducción, certificados académicos y registros médicos, entre otros, a los civiles reclutados que pudieran ingresar en territorio europeo “legalizados” y así poder perpetrar los ataques.
Los drones rusos
Por tercera vez desde el pasado mes de octubre, drones lanzados por Rusia contra la región de Odesa, en el sur de Ucrania, traspasaron este jueves la frontera con Rumanía y acabaron cayendo en territorio de este Estado miembro de la Unión Europea y la OTAN.
La primera información de esta nueva violación del territorio de la Alianza Atlántica la dio el comandante de la Fuerza Aérea ucraniana, Mikola Oleshchuk, al informar que tres de los 45 drones kamikaze iraníes Shahed disparados anoche por Rusia contra Odesa y otras regiones ucranianas desaparecieron de los radares ucranianos al traspasar la frontera con Rumanía.
Varias horas después, el Ministerio de Defensa rumano confirmaba el hallazgo de restos de dron ruso del tipo Guerán cerca de la localidad de Plauru del distrito rumano de Tulcea, separado de la región ucraniana de Odesa por el último tramo del Danubio.
Plauru está situada en el delta de ese gran río europeo que desemboca en el mar Negro.
Según medios de Bucarest, la llegada de los drones rusos hizo sonar en los móviles de los residentes en el lado rumano de la frontera la señal de alerta que avisa de potenciales peligros.
(con información de EP y EFE)