En Estados Unidos, los zoológicos enfrentan un nuevo reto: el interés de los gorilas en las pantallas de los teléfonos móviles de los visitantes. Este fenómeno ha generado un debate sobre su impacto en los animales y las medidas adecuadas para manejar estas interacciones.
Varios zoológicos, como el de San Diego, han tomado una postura clara sobre este tema. “Nosotros no condonamos y desalentamos firmemente esta tendencia”, declaró una portavoz de la San Diego Zoo Wildlife Alliance a The Wall Street Journal.
A pesar de esto, los visitantes continúan mostrando videos a los gorilas, atraídos por la fascinación de estos animales con los dispositivos electrónicos.
El zoológico de Louisville en Kentucky, ha tenido una experiencia distinta. Jelani, un gorila de 27 años, ha mostrado interés en los teléfonos durante años. Ron Evans, curador general del zoológico, comentó que el comportamiento de Jelani al observar los teléfonos no ha afectado negativamente su vida con su compañero de grupo, Bengati. “Él realmente observa”, afirmó Evans, permitiendo que el gorila interactúe con los dispositivos de manera moderada.
En el zoológico de Toronto en Canadá, se han colocado señales para disuadir a los visitantes de mostrar pantallas a los gorilas, argumentando que estas interacciones pueden alterar la dinámica familiar de los primates.
El comportamiento de los gorilas ha sido tema de estudio e interés durante décadas.
Robert Shumaker, presidente y director ejecutivo del zoológico de Indianápolis y reconocido investigador de grandes simios, asegura que no es sorprendente que los gorilas se interesen en los teléfonos, basándose en su investigación sobre el reconocimiento de imágenes en fotos y videos. “Pero daría el mismo consejo a cualquier simio que a mi propia familia”, dijo Shumaker. “Esto no puede ser todo el día para ti. Debes hacer otras cosas”.
El fenómeno de gorilas mirando videos resalta la atracción innata hacia estos primates, que comparten el 98% del ADN humano. “Son una ventana hacia nosotros mismos”, expresó Evans del zoológico de Louisville.
Ekuba, un gorila de dieciocho años en el zoológico de San Diego, es un ejemplo de esta tendencia. Este gorila de 172 kilogramos se acerca a los visitantes buscando ver videos en sus teléfonos. Adam Chiu, residente de San Francisco, expresó su sorpresa al ver cómo Ekuba se interesaba en los videos. “Es interesante ver cuán similares son a nosotros”, afirmó Chiu. “Cuando los miras a los ojos, ves conciencia, hay algo allí”.
La historia de los gorilas en cautiverio ha evolucionado significativamente. En la década de 1930, los simios jóvenes eran llevados de las selvas africanas a recintos con pisos desnudos y barras. A partir de las décadas de 1970 y 1990, los científicos reconocieron la importancia de criar a los gorilas en entornos más naturales y con amplios espacios para moverse, lo que mejoró su bienestar.
Hoy en día, hay alrededor de 350 gorilas en zoológicos acreditados de América del Norte, muchos de los cuales nacieron en cautiverio y no fueron extraídos de la naturaleza.
Según Beth Armstrong, conservacionista que desarrolló un programa pionero de gorilas en el zoológico de Columbus en los años 80, la tendencia de mostrar videos a los gorilas es otra imposición humana sobre estos primates en riesgo. “Entiendo que la gente quiere esa conexión”, dijo Armstrong. “Pero la realidad es: ¿qué beneficio tiene para el gorila?”
La cuestión de si los gorilas reconocen imágenes en fotos y videos ha sido resuelta, según Robert Shumaker. Hoy en día, chimpancés y orangutanes en el zoológico de Indianápolis usan pantallas táctiles para comunicarse con símbolos y jugar juegos cognitivos. Shumaker observa que los visitantes que ven demostraciones de habilidades mentales de los simios tienden a apoyar más los esfuerzos de conservación.