El Ejército israelí interceptó la madrugada de este domingo un misil tierra-tierra sobre el mar Rojo, lanzado desde Yemen hacia Israel, después de que la aviación israelí bombardeara posiciones de los rebeldes hutíes en el puerto yemení de Hodaida.
“El conjunto de defensa aérea de las Fuerzas de Defensa de Israel interceptó con éxito un misil tierra-tierra que se acercaba al territorio israelí desde Yemen utilizando el sistema ‘Arrow 3 (de largo alcance)”, informó el Ejército en un comunicado.
“El proyectil no ingresó al territorio israelí. Las sirenas de cohetes y misiles se activaron por la posible caída de esquirlas”, agregó.
“El incidente ha concluido”, confirmó el Ejército sobre ese misil, atribuido a los rebeldes hutíes, que fue interceptado por el Arrow 3, que permite destruir con proyectiles guiados misiles de largo alcance incluso a una altitud de más de 100 kilómetros y que Israel comenzó a usar el año pasado.
Los cohetes de corto y medio alcance, lanzados generalmente desde Gaza o sur de Líbano, son interceptados con el sistema Cúpula de Hierro, pero el Arrow 3 se ha usado también extensamente en paralelo a la guerra en la Franja ante los misiles de largo alcance lanzados por los hutíes de Yemen -el primero el 31 de julio- o las milicias proiraníes de Irak.
Israel bombardeó el sábado posiciones de los hutíes de Yemen, en el puerto de la ciudad de Hodeida, en la costa del Mar Rojo, provocando graves incendios y causando unos 80 heridos, al día siguiente de que un dron lanzado por los rebeldes explotara sobre Tel Aviv y matara a un civil israelí.
El bombardeo sobre Hodeida tuvo como objetivo los depósitos de petróleo y la central eléctrica del puerto, desde donde los rebeldes proiraníes han lanzado la mayoría de sus ataques contra Israel y principal vía de suministro del armamento que reciben de Irán.
”Al igual que Hamas y Hezbollah, los hutíes son una parte integral del eje del mal de Irán. Este eje no sólo actúa contra Israel, sino que amenaza la paz del mundo entero”, subrayó este sábado el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que siguió en directo el ataque sobre Hodeida con aviones F-35 de la fuerza aérea israelí.
“Tengo un mensaje para los enemigos de Israel: Nos defenderemos por todos los medios, en todos los frentes. Cualquiera que nos ataque pagará un precio muy alto”, agregó Netanyahu.
“La sangre de los ciudadanos israelíes tiene un precio”, declaró el ministro de Defensa, Yoav Gallant. “El incendio que arde en Hodeida es visible en todo Oriente Medio, y su significado es evidente”.
Por su parte, Mohamed al Bukhaiti, miembro del politburó de los hutíes, afirmó que Israel “pagará por atacar instalaciones civiles”. “Responderemos a la escalada con escalada”, añadió.
El ataque hutí del viernes sobre Tel Aviv fue el último en una serie de más de 200 acciones con misiles balísticos y aviones no tripulados asumidos por los rebeldes yemeníes contra Israel desde mediados de noviembre, aunque interceptados en su mayoría antes de llegar a su objetivo.
Fue la acción de más largo alcance de los hutíes contra Israel desde que comenzaron a atacar con casi a diario barcos vinculados al país en el Mar Rojo, y ciudad sureña de Eilat, “en solidaridad” con las milicias de Gaza, aunque ninguna hasta ayer había resultado mortal ni causado daños graves.
(Con información de EFE y AFP)