La oficina de Derechos Humanos de la ONU manifestó su preocupación luego de conocerse este viernes la condena de la Justicia rusa al periodista estadounidense Evan Gershkovich, a 16 años tras las rejas. En un comunicado, el organismo pidió al Kremlin revertir sus acciones y permitir el desempeño libre de la profesión, sin censura o persecución.
La noticia “plantea serias preocupaciones sobre el derecho a la libertad de expresión como periodista. Los periodistas deberían poder desempeñar sus funciones profesionales esenciales en un entorno seguro y sin temor a represalias, en consonancia con las obligaciones internacionales de derechos humanos de Rusia”, se lee en el documento que, a continuación, exige “la liberación de todos los periodistas en Rusia detenidos únicamente por hacer su trabajo”.
En ese mismo sentido, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, también repudió las maniobras de Vladimir Putin, que constituyen un “ataque directo a la libertad de prensa” y aseguró que “el miedo del Kremlin a la verdad y la libertad es un signo de debilidad”. Por su parte, la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, sumó que “el periodismo no es un delito” y, por tanto, la sentencia conocida en las últimas horas es “la antítesis de la justicia”, producto de “un juicio farsa y políticamente motivado”.
También en defensa del libre ejercicio de la profesión se pronunció el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ por sus siglas en inglés), que definió como “indignante” el anuncio de los magistrados. “Los periodistas no son peones en juegos geopolíticos, es hora de (...) liberarlo inmediatamente”, dijo su director, Carlos Martínez de la Serna.
En tanto, The Wall Street Journal describió como “vergonzosa” e “indignante” la respuesta de la Justicia, que lo mantendrá “detenido injustamente, lejos de su familia y amigos, sin poder informar, todo por hacer su trabajo”.
Gershkovich fue detenido en marzo de 2023 en Ekaterimburgo mientras realizaba un reportaje sobre una fábrica de tanques y reunía la opinión de los vecinos sobre el grupo mercenario Wagner. El Kremlin lo consideró un espía de Estados Unidos y lo acusó de haber estado recopilando “información secreta” para la CIA.
De inmediato, fue encarcelado -ya lleva 477 días tras las rejas-, mientras se desarrolló un proceso judicial inusualmente rápido, que constó de tan solo tres visitas, dos de ellas en la misma semana. Finalmente, este viernes, la Justicia rusa lo condenó a 16 años de cárcel, convirtiéndolo así en el primer reportero estadounidense en ser procesado y condenado por cargos de espionaje en el país desde los tiempos de la Guerra Fría.
El caso de Gershkovich, que en todo momento desconoció las acusaciones en su contra y sostuvo su inocencia, reactivó la idea de un canje de prisioneros con el Kremlin, que también se había despertado en junio de 2020, cuando el ex marine estadounidense Paul Whelan fue sentenciado por los mismos cargos. Inclusive, la rapidez con la que se resolvió el caso avivó las especulaciones ya que Rusia suele concluir los procedimientos judiciales contra los extranjeros antes de avanzar en un acuerdo de intercambio.
El presidente Joe Biden dijo este viernes que su Administración está trabajando y aumentando la presión sobre la contraparte para alcanzar un acuerdo, aunque evitó dar mayores precisiones al respecto, para no generar falsas esperanzas.
“Estamos presionando mucho por la liberación de Evan y seguiremos haciéndolo. Él no ha cometido ningún delito”, declaró y lamentó que se convirtiera en un “objetivo” de Putin, simplemente por su profesión y su nacionalidad.
(Con información de AFP, EFE y Reuters)