El grupo terrorista libanés Hezbollah lanzó este miércoles una andanada de 15 cohetes contra Nahariya, una ciudad en el norte de Israel, a lo que el Ejército israelí respondió con fuego en medio de una creciente escalada que ayer dejó cinco civiles muertos en el Líbano.
Las sirenas antiaéreas se activaron al amanecer en Nahariya, una ciudad junto al Mar Mediterráneo, y el Ejército israelí “identificó aproximadamente 15 proyectiles que cruzaban desde el Líbano”.
Algunos de los cohetes fueron interceptados con éxito por el sistema de defensa aéreo y el resto cayó en zonas despobladas sin que se reporten heridos, precisó el Ejército en un comunicado.
El sonido de la sirena fue captado por las cámaras en Nahariya, mientras en la parte oriental de la frontera entre Israel y Líbano, cerca de la ciudad de Kiryat Shmona, se produjeron incendios tras el impacto de los cohetes.
Edificios residenciales del interior de la ciudad sufrieron daños, pero estaban sin gente ya que la zona ha sido evacuada tras el ataque de Hamas a Israel del 7 de octubre.
Hezbollah reivindicó el ataque, asegurando que fue en represalia por bombardeos israelíes que mataron este martes a tres niños sirios en Umm al Tut, en el sur libanés.
Ayer, las fuerzas israelíes atacaron células supuestamente de Hezbollah en extensas zonas del sur del Líbano. Estos ataques dejaron un total de cinco civiles muertos, entre ellos tres menores sirios, informó la Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN). Al menos tres civiles libaneses murieron el día anterior, según medios de comunicación estatales y fuentes de seguridad.
Por su parte, las milicias proiraníes en el Líbano lanzaron ayer unos 40 cohetes hacia la zona israelí de Alta Galilea.
Anoche, las sirenas antiaéreas se activaron en la zona occidental de Galilea, en el norte de Israel, y el Ejército identificó unos “10 proyectiles que cruzaban desde el Líbano” que cayeron en zonas despobladas sin causar víctimas.
El Ejército israelí respondió con ataques aéreos contra infraestructura de Hezbollah en las áreas de Yarine, Ayta ash Shab, Aitarun, Kfarkela y Aalma El Chaeb, en el sur del Líbano, mientras que su artillería disparó en la zona de Majdal Zoun.
Las hostilidades en la frontera de Israel y Líbano comenzaron el 8 de octubre, al día siguiente de que estallara la guerra en la Franja de Gaza, en solidaridad de Hezbollah con los grupos terroristas palestinos del enclave; aunque el cruce del fuego se ha intensificado mucho en los últimos meses, lo que hace temer una guerra abierta entre las partes.
Desde entonces, decenas de miles de israelíes tuvieron que evacuar sus poblados del norte y no han podido volver por seguridad.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, se reunió ayer en Tel Aviv con el comandante del Mando Central de Estados Unidos, Erik Kurilla, para discutir sobre los ataques de Hezbollah y de “los intentos iraníes de desestabilizar la región mediante ataques indirectos”, indicó un comunicado de Defensa.
La frontera vive su mayor pico de tensión desde 2006 con un intenso intercambio de fuego desde octubre, que se ha cobrado la vida de casi 530 personas, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hizbulá, que ha confirmado más de 330 bajas de milicianos y comandantes, algunas en Siria, además de unos 98 civiles.
En Israel han muerto 29 personas en el norte, 17 militares y 12 civiles.
(Con información de EFE y Reuters)