El Quidditch, conocido por muchos como el deporte más popular en el mundo mágico de Harry Potter, ha encontrado su lugar en la vida real. Adaptado de las páginas de la famosa saga de J.K. Rowling, este deporte ha evolucionado para ser practicado por entusiastas de todo el mundo. Aunque en la vida real no hay escobas voladoras ni magia envolviendo el juego, el quidditch se ha convertido en una actividad apasionante y competitiva, reconocida por su energía y dinamismo.
La versión muggle de este deporte, comúnmente llamada “Muggle Quidditch” o simplemente “Quidditch”, ha ganado seguidores en distintas partes del planeta. Este deporte real combina elementos de rugby, balonmano y dodgeball (quemados), y se juega con reglas claras y definidas que promueven la igualdad de género y la inclusión. Con organizaciones establecidas y competiciones a nivel local, nacional e internacional, el quidditch en la vida real no es solo un pasatiempo: es una actividad atlética seria que inspira pasión y compromiso entre sus jugadores.
Orígenes del quidditch en la vida real
El quidditch en su forma más aceptada tuvo sus inicios en 2005 en el Middlebury College en Vermont, Estados Unidos. Un grupo de estudiantes decidió adaptar el deporte de Harry Potter y crear un conjunto de reglas que permitiera su práctica en la realidad. Aunque evidentemente se tuvieron que hacer ajustes, principalmente debido a la ausencia de magia, el juego mantuvo muchas de las características descritas en los libros.
Tras su creación, el quidditch rápidamente ganó popularidad en Middlebury, convirtiéndose en un deporte intramural que luego se extendió a otras universidades del noreste de Estados Unidos. En 2007, se celebró la primera Copa Mundial de Quidditch entre Middlebury College y Vassar College, con una victoria para Middlebury. Este evento marcó el comienzo del quidditch competitivo y estableció las bases para su expansión.
En 2010, el deporte había crecido tanto que se creó un organismo rector oficial, la Asociación Internacional de Quidditch (IQA), inicialmente incorporada en Vermont antes de trasladar su sede a Nueva York. Desde entonces, el quidditch ha visto la formación de cientos de equipos, principalmente en Estados Unidos y Canadá, pero también en países como Francia y Finlandia. Los equipos incluyen universitarios, de secundaria y comunitarios, y se destaca por ser un deporte mixto que promueve la igualdad de género.
Cómo se juega el quidditch en la vida real
El objetivo principal del quidditch es sumar más puntos que el equipo contrario. Los puntos se obtienen al anotar goles (10 puntos) o al atrapar la Snitch (una pelota de tenis dentro de un calcetín, que vale 30 puntos).
El campo de juego tiene una forma ovalada y un tamaño comparable al de media cancha de fútbol. Está dividido en dos mitades, con una línea central que las separa. En el fondo de cada mitad hay tres aros de distintos tamaños montados en postes de diferentes alturas, que funcionan como metas.
En el juego real, los jugadores deben llevar una escoba entre las piernas todo el tiempo, lo que incrementa la dificultad del deporte al limitar su movilidad y obligarlos a usar una sola mano para manipular el balón principal, conocido como el “quaffle” (un balón de vóley ligeramente desinflado). Si algún jugador pierde la escoba, debe correr de vuelta a su gol y volver a montarla para poder reingresar al juego.
Otro elemento crucial son los “bludgers” (pelotas de dodgeball) que los “golpeadores” lanzan a los jugadores rivales para sacarlos temporalmente del juego. Los jugadores golpeados deben soltar cualquier balón que tengan y volver a su meta antes de reincorporarse.
La Snitch es introducida al campo por un “snitch runner”, quien no pertenece a ninguno de los dos equipos y lleva la pelota en un calcetín colgando de su cintura. La Snitch se puede capturar en cualquier momento, lo cual pone fin al juego y otorga puntos adicionales.
El quidditch es un deporte de contacto, permitiendo ciertas formas de tackles, siempre y cuando sean dentro del campo visual del jugador contrario y no involucren ni el cuello ni la cabeza.
Los roles en el quidditch se dividen en diferentes tipos de jugadores:
- Cazadores (chasers): Son el núcleo ofensivo del equipo y su objetivo principal es anotar goles pasando el quaffle a través de cualquiera de los tres aros. Llevan una banda blanca en la cabeza.
- Golpeadores (beaters): Manejan los bludgers y buscan desestabilizar al equipo rival mientras protegen a su propio equipo. Usan bandas negras.
- Guardianes (keepers): Son los porteros del equipo y llevan bandas verdes. Además de defender los aros, pueden participar como jugadores ofensivos pero pierden ciertas inmunidades fuera de su zona de guardián.
- Buscadores (seekers): Se encargan de capturar la Snitch. Llevan bandas amarillas y su papel específico es crucial al final del juego.
Popularidad y campeonatos
El quidditch se juega a nivel mundial y cuenta con diversas ligas y competiciones. En Cataluña, por ejemplo, la Asociación Catalana de Quidditch organiza tanto la Liga Catalana como la Copa Cataluña, cuyos ganadores tienen la oportunidad de participar en la European Quidditch Cup, similar a la Liga de Campeones en otros deportes.
Martí Sala Morral, presidente de la Asociación Catalana de Quidditch, resaltó el nivel de compromiso y la pasión de los jugadores, quienes no solo participan en competiciones anuales, sino que entrenan semanalmente y se trasladan por Europa para representar a sus equipos y a su país. “Hay un gran nivel de dedicación, no solo jugamos cada año, entrenamos semanalmente y con la liga catalana jugamos cada mes”, indicó en Catalan News.
Con cientos de equipos en varias partes del planeta y una organización sólida detrás, el quidditch sigue ganando adeptos y demostrándose como un deporte inclusivo, emocionante y lleno de energía.