Los legisladores de Gambia, nación de África occidental, han rechazado una iniciativa muy controvertida para intentar revocar la prohibición de la mutilación genital femenina.
Gambia prohibió en 2015 el ritual impuesto a millones de niñas en África, Oriente Medio y Asia, pero sigue estando muy extendido.
A continuación se presentan algunos datos clave sobre una práctica antigua que se basa en una variedad de ideas sobre la pureza sexual femenina, la higiene, la aceptación social y el placer sexual masculino.
Demostración viciosa del poder masculino
El término mutilación genital femenina (MGF) cubre todos los procedimientos que implican la extirpación parcial o total de los genitales femeninos externos, u otras lesiones a los órganos genitales femeninos por razones no médicas, según la Organización Mundial de la Salud.
Puede implicar la extirpación parcial o total de la parte externa y visible del clítoris, o de las glándulas del clítoris y los pliegues internos de la vulva.
En su forma más extrema, el ritual puede implicar la infibulación, el estrechamiento de la abertura vaginal mediante la creación de un sello que lo cubra, dejando sólo un pequeño orificio para la micción y el flujo menstrual.
La forma en que se practica el ritual difiere de un país a otro.
Además de causar un dolor intenso, puede provocar complicaciones de salud potencialmente mortales, desde infecciones y hemorragias hasta infertilidad y complicaciones en el parto.
También perjudica el placer sexual femenino.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, lo describió en 2023 como “una de las manifestaciones más viciosas del patriarcado que impregna nuestro mundo”.
Crece el número de víctimas
A pesar de un creciente impulso global para prohibir una práctica ampliamente considerada aborrecible, el número de víctimas de la mutilación genital femenina ha aumentado un 15% desde 2016 hasta alcanzar unos 230 millones, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF.
UNICEF ha culpado del aumento al crecimiento demográfico en los países donde se practica la mutilación genital femenina.
El ritual está más extendido en África, donde más de 144 millones de mujeres y niñas han sido mutiladas, principalmente en el Cuerno de África.
En Somalia, el 99% de las mujeres entre 15 y 49 años han sido mutiladas, el 95% en Guinea, el 90% en Yibuti y el 87% en Egipto, según UNICEF.
UNICEF estimó otros 80 millones de víctimas en Asia (Indonesia y Maldivas) y seis millones en Medio Oriente (Yemen e Irak).
La educación es la clave
Si bien el número de víctimas sigue siendo asombroso, la práctica ha disminuido drásticamente en algunos países.
En Burkina Faso, nación de África occidental, la proporción de niñas de entre 15 y 19 años que han sido sometidas a la mutilación genital femenina ha caído del 83% al 32% en los últimos 30 años.
En Liberia, que eligió a la primera mujer líder de África en 2006, la proporción ha caído del 54% al 20%.
“Está claro que esta generación de niñas está menos expuesta que sus madres a la mutilación sexual femenina”, dijo a la AFP Isabelle Gillette-Faye, presidenta de una asociación francesa que lucha contra esta práctica, calificando los descensos en algunos países de “muy alentadores”.
La ONU se ha fijado el objetivo de erradicar la mutilación genital femenina para 2030.
Para lograrlo, las mejoras deberán llegar 27 veces más rápido para compensar el crecimiento demográfico en los países afectados, según UNICEF.
Más allá de legislar para prohibir esta práctica, Gillette-Faye sostiene que mejorar el acceso a la educación tanto para niñas como para niños es clave para cambiar actitudes.
“En todos los países sin excepción donde el nivel de escolaridad llega al final de la escuela primaria hay una caída significativa”, dijo.
(con información de AFP)