El primer ministro de Francia, Gabriel Attal, fue elegido este sábado líder de su partido en la nueva Asamblea Nacional. El funcionario era el único candidato dentro de Renacimiento para presidir el grupo de 98 diputados, que quedó conformado tras la segunda vuelta de las elecciones legislativas del pasado 7 de julio, y obtuvo el apoyo de 84 de ellos.
“Pueden contar conmigo para ser siempre el defensor incansable de nuestra unidad y para tratar de tender puentes con las fuerzas vinculadas a la República y al éxito de Francia, respetando nuestros valores”, dijo Attal al asumir la tarea y prometió “proteger a los franceses de cualquier gobierno” extremista. En ese sentido, sumó que “tras las dificultades y los debates de los últimos meses” en el país, el pueblo “aspira a la unidad y a la reconciliación” y, para ello, es necesario “repensarlo todo, reinventarlo todo, reconstruirlo todo”.
La designación se conoce en medio de los rumores de que el ministro del Interior, Gérald Darmanin, podría ser el elegido para liderar al partido en el Parlamento y en un momento clave de las negociaciones para la elección del próximo primer ministro. Attal había presentado su renuncia al cargo el pasado 8 de julio, un día después de conocerse los resultados de la segunda vuelta, que dejaron al bloque marconista -que supo tener una mayoría de 250 diputados- en un segundo lugar, con apenas 164 escaños.
Los partidos de izquierda del Nuevo Frente Popular (NFP) lideraron con 193 lugares -aunque también muy por detrás de los 289 necesarios para una mayoría absoluta- y, en tercer puesto, quedó la extrema derecha, con 143.
Inicialmente, el presidente Emmanuel Macron le solicitó que permaneciera en sus funciones “por el momento”, para “garantizar la estabilidad” del país, especialmente en materia de seguridad de cara a los Juegos Olímpicos que iniciarán el 26 de julio. Sin embargo, está previsto que el funcionario asuma su nuevo rol este jueves durante la sesión de apertura de la nueva legislatura, poniendo al Presidente en un momento clave para su elección.
Macron, quien aún tiene tres años por delante en la conducción del país, tiene la tarea constitucional de nombrar al nuevo Primer Ministro, aunque el nombre que elija debe tener los apoyos suficientes en la Asamblea para poder sobrevivir a una moción de censura.
El NFP exige que el puesto sea otorgado a uno de los suyos dado que fueron los que mejor resultado obtuvieron en los recientes comicios. No obstante, aún no han presentado a su candidato.
Desde La Francia Insumisa habían propuesto a la ex diputada comunista de 73 años, Huguette Bello, que ejerce como presidente del Consejo Regional de la Isla de la Reunión, un territorio francés en el Océano Índico. Durante días, la política buscó forjar alianzas para impulsar su postulación y consiguió el respaldo de jefe del Partido Comunista, Fabien Roussel, quien aseguró que tiene “madera” para el cargo porque “sabe lo que es sentarse y forjar mayorías”.
“Es respetada y tiene autoridad”, sumó mientras que el dirigente de LFI, Jean-Luc Mélenchon, celebró que sea una “mujer racializada” y una “feminista antirracista”.
Sin embargo, el Partido Socialista amenazaba con acompañar a su líder, Olivier Faure.
Finalmente, este sábado el Consejo nacional del Partido Socialista no validó la candidatura de Bello para el cargo de primera ministra y pidió seguir negociando hasta alcanzar un acuerdo, preferentemente antes del inicio de la legislatura. “Ningún nombre genera consenso entre nosotros hasta ahora”, dijo el secretario general del partido, Pierre Jouvet, al término del encuentro.
(Con información de AFP, EFE y Europa Press)