El Ministerio de Defensa de Rusia informó este miércoles la intercepción de un avión de la Fuerza Aérea de Noruega sobre el mar de Barents. Según indicó la cartera en un breve comunicado “los medios de control del espacio aéreo sobre el mar detectaron un objeto aéreo que se acercaba a la frontera estatal de la Federación Rusa” y, enseguida, desde el Kremlin ordenaron el despliegue de un caza MiG-31, con el fin de “impedir una violación de la frontera estatal”.
La nave extranjera era un avión de patrulla P-8A Poseidon que, al acercarse el caza, dio la vuelta y se alejó del país, acabando toda la maniobra sin inconvenientes. Toda la operación se realizó en pleno respeto de las normas internacionales para el uso del espacio aéreo sobre aguas neutrales y contemplando todas las medidas de seguridad, sumaron desde la cartera de Defensa.
Esta no es, de todas formas, la primera vez que Rusia intercepta naves extranjeras en esta zona. El último incidente del estilo con Noruega data del 26 de octubre pasado, cuando también se movilizó un MiG-31 ante la presencia de un caza R-8A Poseidón, que sobrevolaba el mar de Barents y avanzaba en dirección al país. Nuevamente, aquel episodio acabó con la nave de Noruega dando la vuelta al ver la respuesta del Kremlin.
También, en marzo, Rusia interceptó dos bombarderos estratégicos de la Fuerza Aérea Estados Unidos y se evitó una “violación de la frontera estatal de la Federación Rusa”, según el Ministerio de Defensa.
El cruce de este miércoles, sin embargo, se produjo en medio de la cumbre que la OTAN celebra en Washington, donde los aliados expresaron su apoyo a Ucrania, frente a las agresiones de Moscú. En ese contexto, en la última jornada, Oslo dijo que entregará seis aviones de combate F-16 a las tropas de Volodimir Zelensky, con el objetivo de reforzar más las capacidades del país y frustrar los planes de Vladimir Putin.
El primer ministro Jonas Gahr Store indicó que las entregas tendrán lugar durante este año y se sumarán a las propias de Dinamarca y los Países Bajos, así como a las baterías Patriot anunciadas la víspera. “Combinados con sistemas de defensa aérea, los cazas serán vitales para que los ucranianos puedan defenderse de los ataques aéreos rusos”, celebró Store.
Asimismo, este martes la Agencia Noruega de Equipamiento de Defensa alcanzó una cuerdo de USD 93 millones con el grupo de defensa finlandés-noruego Nammo para aumentar la producción de munición de artillería y misiles. Específicamente, el anuncio permitirá invertir en una nueva línea para multiplicar por diez la fabricación de estas piezas.
Es una noticia “de gran importancia para Ucrania, para la seguridad de los aliados y para nuestra propia preparación nacional”, dijeron desde el Ejecutivo.
Por otro lado, el pasado 23 de mayo la ministra de Justicia, Emilie Enger Mehl, dio otro paso más en contra del Kremlin y endureció las restricciones para la entrada de sus ciudadanos al país. La medida responde a la “guerra ilegal de agresión de Rusia contra Ucrania” y al ingreso de espías rusos por medio de la frontera en Storskog, cerca de la localidad de Kirkenes.
“Ahora, Rusia se ve beneficiada por realizar sabotajes en países europeos para debilitar las capacidades de defensa ucranianas”, comentó el responsable de contraespionaje de la agencia de seguridad interna nacional PST. Inclusive, señaló que las amenazas de estas acciones contra compañías noruegas que producen armamento para enviar a Kiev había aumentado, respaldando la importancia de las nuevas medidas.
(Con información de AFP, EFE y Europa Press)