La inteligencia de los Estados Unidos descubrió a principios de año que el gobierno de Vladimir Putin estaba planeando asesinar a Armin Papperger, director ejecutivo de Rheinmetall, un importante fabricante de armas alemán que ha estado suministrando proyectiles de artillería y vehículos militares a Ucrania.
Esta trama formaba parte de una serie de planes rusos destinados a eliminar a ejecutivos de la industria de defensa en Europa que apoyan el esfuerzo bélico de Ucrania. Cinco funcionarios familiarizados con el episodio informaron sobre estos hechos, de acuerdo a lo que publicó CNN.
Al enterarse del complot, EEUU avisó a Alemania, cuyos servicios de seguridad lograron proteger a Papperger y frustrar el plan para asesinarlo. Un alto funcionario del gobierno alemán confirmó que Berlín había recibido la advertencia de parte de Washington.
“Estados Unidos ha estado discutiendo este asunto con nuestros aliados de la OTAN y estamos trabajando activamente juntos para exponer y desbaratar estas actividades”, declaró Adrienne Watson, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) de Estados Unidos.
Y agregó: “La intensificación de la campaña de subversión de Rusia es algo que estamos tomando muy en serio y en lo que nos hemos centrado intensamente durante los últimos meses”.
Desde hace más de seis meses, Rusia ha ejecutado una campaña de sabotaje en Europa empleando en gran medida a terceros. Reclutó a locales para llevar a cabo actividades que van desde ataques incendiarios a depósitos vinculados con armas destinadas a Ucrania hasta pequeños actos de vandalismo, con el objetivo de obstaculizar el flujo de armas de Occidente hacia Ucrania y reducir el apoyo público a Kiev.
Un alto funcionario de la OTAN, según el medio citado, advirtió sobre la gravedad de esta campaña de sabotaje, mencionando que algunos funcionarios creen que corre el riesgo de cruzar el umbral del conflicto armado en Europa del Este.
Papperger se convirtió en un blanco prioritario debido a que su empresa, Rheinmetall, es el mayor fabricante de proyectiles de artillería de 155 mm en Alemania, cruciales en la guerra de desgaste de Ucrania.
La firma también planea abrir una planta de vehículos blindados dentro de Ucrania en las próximas semanas, lo cual preocupa profundamente a Rusia, según dijo una fuente familiarizada con la inteligencia a CNN.
La escalada de estas actividades subversivas rusas subraya el alcance y la intensidad del conflicto paralelo que Moscú está llevando a cabo en toda Europa.
La serie de complots, que no se habían reportado previamente, ha llevado a las autoridades occidentales a alertar sobre las posibles consecuencias estratégicas de la campaña de sabotaje rusa.
“Estamos viendo sabotajes, planes de asesinato, incendios provocados. Estamos viendo cosas que tienen un coste en vidas humanas”, comentó un alto funcionario de la OTAN.
Por su parte, según CNN, el Consejo de Seguridad Nacional de EEUU rechazó hacer comentarios específicos sobre la existencia del complot ruso y la advertencia a Alemania. Sin embargo, su portavoz, Adrienne Watson, reiteró la preocupación y el enfoque serio en abordar la campaña de subversión rusa.
La embajada de Alemania en Washington y la embajada rusa también declinaron hacer comentarios al respecto.
Oliver Hoffman, portavoz de Rheinmetall, afirmó que las medidas necesarias siempre se toman en consulta regular con las autoridades de seguridad, sin proporcionar más detalles.
La empresa está comprometida a continuar con su apoyo a Ucrania pese a los intentos de sabotaje por parte de Rusia.