El presidente de Kenia, William Ruto, anunció este jueves la destitución de casi todos los ministros de su gabinete y prometió formar un nuevo gobierno austero y eficiente, tras largas semanas de protestas por los altos impuestos y la mala administración del Gobierno. En un discurso televisado, el mandatario también destituyó al procurador general y dijo que los ministerios serán dirigidos por sus secretarios permanentes.
Ruto dijo haber tomado la decisión tras oír los llamados del pueblo y prometió formar un gobierno amplio después de realizar consultas.
“Después de escuchar atentamente al pueblo de Kenia y de un análisis integral de la actuación de mi Administración y de sus logros y desafíos, he decidido (...) destituir con efecto inmediato a todos los ministros y al fiscal general”, declaró en el mensaje televisado, dirigido a la nación desde la State House, sede de la Presidencia en Nairobi.
Afirmó que las destituciones se dieron después de “una evaluación holística del desempeño” del gabinete, y que el nuevo gobierno le ayudará “a acelerar y apresurar la necesaria, urgente e irreversible aplicación de programas radicales para hacer frente a la carga de la deuda, aumentar los recursos locales, ampliar las oportunidades de trabajo, eliminar el desperdicio y la duplicación innecesaria de múltiples organismos gubernamentales y matar al dragón de la corrupción”.
Y añadió: “Por supuesto, la oficina del vicepresidente no se verá afectada de ninguna manera”.
También anunció medidas de austeridad que incluyen la disolución de 47 corporaciones estatales con funciones traslapadas para ahorrar dinero, así como el retiro de la financiación a la oficina de la primera dama, entre otras.
Ruto nombró 21 ministros del gabinete tras su elección en 2022. Los críticos lo acusaron de elegir a cómplices políticos y apartarse de la práctica anterior de elegir a tecnócratas para ponerlos a cargo de los ministerios.
Tres ministros renunciaron a sus puestos de elección para asumir nombramientos ministeriales. Otros perdieron la elección, y se consideró que fueron premiados por el presidente con nombramientos políticos. Varios ministerios, entre ellos los de agricultura y salud, han estado sumidos en escándalos de corrupción relacionados con fertilizantes falsos y malversación de fondos.
En Kenia se han producido tres semanas de descontento, en el que los manifestantes tomaron por asalto el parlamento el 25 de junio, cuando se aprobó un proyecto de ley financiera que aumentaría los impuestos, que culminó en llamados a la renuncia del presidente.
Los manifestantes acusaron al gabinete de incompetencia, arrogancia y ostentación de opulencia, mientras los kenianos batallan con los altos impuestos y una crisis en el costo de la vida. Pidieron la dimisión del presidente, aunque él dijo que no aprobaría el proyecto de ley financiera en el que se proponía aumentar los impuestos. El viernes, Ruto se disculpó por “la arrogancia y la muestra de opulencia” de sus legisladores y ministros, y dijo que asumía la responsabilidad y que hablaría con ellos.
Desde que empezaron las protestas, la respuesta de las fuerzas de seguridad, que han disparado gases lacrimógenos, pelotas de goma e incluso munición real contra los manifestantes, ha dejado al menos 39 muertos, según la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Kenia (KNCHR). También ha habido al menos 361 heridos y se han registrado 32 casos de desapariciones forzadas, según esa entidad reguladora.
Esta es la peor crisis de Ruto desde que llegó al poder en septiembre de 2022. Según el medio británico The Guardian, el presidente se encuentra atrapado entre las exigencias de los prestamistas (como el Fondo Monetario Internacional) de recortar los déficits y una población absolutamente agobiada por el aumento del coste de la vida.
El analista y comentarista Herman Manyora calificó a la destitución del gabinete como “una acción audaz” que era necesaria para calmar el descontento en el país. Esta es la primera vez que un presidente en funciones destituye a ministros del gabinete según la nueva constitución. La última vez que ocurrió un hecho similar fue en 2005, tras un fallido referendo, cuando el entonces presidente Mwaki Kibaki destituyó a sus ministros para reafirmar su autoridad política.
Según recogió The Guardian, el activista comunitario del Grupo de Trabajo de los Centros de Justicia Social en Nairobi, Ojango Omondi, dijo que destituir a tantos ministros del gabinete era un “paso hacia la justicia”.
(Con información de AP y EFE)