El presidente francés, Emmanuel Macron, pidió este miércoles a las “fuerzas políticas que se identifican con las instituciones republicanas” que construyan una “mayoría sólida” en el Parlamento, después de las elecciones legislativas, ganadas por la izquierda aunque sin mayoría absoluta.
“Nadie ganó”, declaró Macron, refiriéndose a los comicios celebrados el domingo y de los que todavía no había hablado, en una carta al pueblo publicada en la prensa regional francesa.
El dirigente centrista disolvió la Asamblea Nacional y convocó de manera anticipada las legislativas después de la victoria de la ultraderecha francesa en las elecciones europeas del 9 de junio. La votación del domingo pasado ha hundido a Francia en aguas inexploradas, con tres bloques políticamente divergentes y sin un camino obvio para formar un gobierno.
“Pido a todas las fuerzas políticas que se identifican con las instituciones republicanas, el Estado de Derecho, el parlamentarismo, la orientación europea y la defensa de la independencia de Francia, a entablar un diálogo sincero y leal para construir una mayoría sólida, necesariamente plural, para el país”, escribió Macron.
Ningún partido o coalición obtuvo mayoría absoluta, de 289 diputados, en la nueva Asamblea Nacional.
El Nuevo Frente Popular (NFP), una alianza de izquierda, quedó en primer lugar con entre 190 y 195 escaños, la alianza de centroderecha de Macron alrededor de 160 y la extrema derecha más de 140.
El llamado del presidente parece orientado a excluir a la Agrupación Nacional (RN) de la ultraderechista Marine Le Pen, pero también implícitamente a la principal formación del NFP, la Francia Insumisa (LFI, izquierda radical) dirigida por el polémico Jean-Luc Mélenchon, que genera reticencias en otras fuerzas.
“Macron propone un cordón sanitario a LFI, a la que él mismo ayudó a que saliera elegida hace tres días (...). Este circo se está volviendo vergonzoso”, reaccionó Le Pen en la red social X.
Forjar compromisos
El jefe del Estado precisó que tomará una “decisión sobre el nombramiento del primer ministro” cuando las fuerzas políticas hayan “forjado (...) compromisos”, lo que supone dejarles “un poco de tiempo”.
En la misiva, Macron destacó la alta participación en las urnas, signo de la “vitalidad de la República”, y manifestó que la población ha decidido impedir un gobierno de extrema derecha a pesar de que “se impuso en la primera vuelta” electoral. El mandatario, que ha abandonado el país para dirigirse a la cumbre de la OTAN en Estados Unidos, resaltó que existe una “necesidad de expresión democrática” en Francia.
Por el momento, el primer ministro de Macron, Gabriel Attal, permanecerá en su puesto al tiempo que París ultima los preparativos para los Juegos Olímpicos, que comenzarán en poco más de dos semanas.
Ante los números del NFP, el oficialismo parece dividido entre partidarios de una alianza con Los Republicanos (LR, conservadores) y quienes abogan por una amplia coalición que incluya a “los socialdemócratas”.
Aurore Bergé, reelegida el domingo y ministra delegada para la Igualdad de Género del gobierno saliente, declaró que su grupo desea aliarse con LR y otros diputados próximos al centro.
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, que también fue reelegido, declaró a la cadena CNews que podría apoyar a un “primer ministro de derechas”.
El líder parlamentario de LR, Laurent Wauquiez, aseguró que su partido elaboraría un “pacto legislativo” que propondrá a otros grupos.
Por su parte, la alianza de izquierda pretende proponer un nuevo primer ministro, pero una gran parte del partido del presidente rechaza apoyar un gobierno que incluya figuras de la izquierda radical.
“El presidente se niega a reconocer el resultado de las urnas, que coloca al Nuevo Frente Popular en cabeza en número de votos y escaños”, escribió Mélenchon en redes sociales, reaccionando a la carta de Macron.
El NFP, que incluye a ecologistas, socialistas, comunistas y LFI, anunció que propondría un candidato antes de que finalice la semana.
Mélenchon impulsa a la diputada Clémence Guetté, no muy conocida pero popular entre los militantes de izquierda radical. A sus 33 años ofrece una imagen menos divisiva y más calmada.
El líder socialista Olivier Faure, más moderado, también afirmó que estaría “dispuesto a asumir” el puesto.
(Con información de AFP, EP y Reuters)