La policía moral de los talibanes contribuye a crear un clima de miedo e intimidación entre los afganos, según un informe de la ONU publicado el martes. Los edictos y algunos de los métodos utilizados para hacerlos cumplir constituyen una violación de los derechos humanos y las libertades fundamentales, afirma el informe.
Los talibanes crearon un ministerio para la “propagación de la virtud y la prevención del vicio” después de tomar el poder en 2021.
Desde entonces, el Ministerio ha aplicado decretos emitidos por los dirigentes talibanes que tienen un impacto desproporcionado sobre las mujeres y las niñas, como los códigos de vestimenta, la educación y el empleo segregados y la obligación de tener un tutor masculino cuando viajan.
“Las sanciones impuestas por el incumplimiento de las instrucciones y decretos suelen ser arbitrarias, severas y desproporcionadas”, afirma el informe de la Misión de las Naciones Unidas en Afganistán. “Se han introducido prohibiciones generalizadas que tienen efectos discriminatorios sobre las mujeres. Las violaciones de los derechos humanos, así como la imprevisibilidad de las medidas de aplicación, contribuyen a crear un clima de miedo e intimidación entre segmentos de la población”.
La misión afirmó que documentó al menos 1.033 casos entre agosto de 2021 y marzo de 2024 en los que empleados del Ministerio aplicaron la fuerza durante la implementación de órdenes, lo que resultó en la violación de la libertad y la integridad física y mental de una persona.
“Esto incluye el uso de amenazas, arrestos y detenciones arbitrarias, uso excesivo de la fuerza por parte de funcionarios encargados de hacer cumplir la ley de facto y malos tratos”. Estos casos afectaron principalmente a hombres, que fueron castigados por violar presuntamente las órdenes de los talibanes o porque sus familiares mujeres las habían incumplido, según el informe.
Dijo que el papel del ministerio se estaba expandiendo a otras áreas de la vida pública, incluido el monitoreo de los medios y la erradicación de la adicción a las drogas.
“Teniendo en cuenta las múltiples cuestiones señaladas en el informe, la posición expresada por las autoridades de facto de que esta supervisión aumentará y se ampliará es motivo de gran preocupación para todos los afganos, especialmente las mujeres y las niñas”, dijo Fiona Frazer, jefa del Servicio de Derechos Humanos de la UNAMA.
El Ministerio rechazó el informe de la ONU, calificando sus conclusiones de falsas y contradictorias.
“Los decretos y documentos legales pertinentes se emiten para reformar la sociedad y debe garantizarse su implementación”, dijo el ministerio.
El informe de la misión llega una semana después de que una delegación talibán viajara a Qatar para asistir a una reunión patrocinada por la ONU sobre el aumento del compromiso con Afganistán en medio de los desafíos económicos y las crisis humanitarias del país.
Esa reunión provocó la ira de grupos de derechos humanos y activistas porque excluyó a las mujeres afganas y a la sociedad civil.
(con información de AP)