Sorpresa, caos y rabia en el hospital infantil de Kiev bombardeado por Rusia: “Estábamos seguros de que no atacarían aquí”

Los supervivientes relataron las escenas de terror que vivieron tras el ataque de Putin contra uno de los mayores centros de salud pediátricos de Ucrania: “¿Por qué estos niños?”, reclaman

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Retirando ladrillos y escombros a mano, miles de personas acudieron el lunes al lugar del devastador ataque contra un hospital infantil en Kiev, tras un bombardeo masivo que mató a más de 30 personas en todo el país.

Poco después de que los supervivientes del ataque salieran del búnker del sótano del hospital infantil Okhmatdyt, la multitud se congregó para formar una cadena humana y retirar los escombros pieza a pieza.

Rescatistas y voluntarios forman una
Rescatistas y voluntarios forman una cadena humana tras el ataque al hospital infantil Okhmatdyt de Kiev (REUTERS/Thomas Peter)

Residentes, equipos de rescate, personal militar y médicos con batas cubiertas de sangre ayudaron a retirar los escombros del hospital destruido, después de que se informara de que había personas atrapadas bajo los escombros.

La cadena humana que se
La cadena humana que se extendía hacia otra zona menos afectada por el ataque. (REUTERS/Gleb Garanich)

Amplias zonas del hospital quedaron devastadas por el ataque, que según las autoridades ucranianas fue causado por un misil de crucero ruso.

Dos bloques de hospitales cercanos también resultaron gravemente dañados por la explosión, con la mayoría de las ventanas reventadas y sangre esparcida por sus paredes.

Un agente de policía asiste
Un agente de policía asiste a una mujer cerca de un edificio dañado durante los ataques con misiles rusos en Kiev (REUTERS/Valentyn Ogirenko)

Mientras los misiles caían sobre Kiev, Pavlo Holoviy corrió hacia el hospital infantil donde su hijo se recuperaba de una operación reciente. Cuando llegó, todavía salía humo de los escombros.

El hombre de 37 años dijo que era “imposible expresar” sus emociones tras encontrar a su mujer y a su hijo a salvo.

“Sinceramente, lo principal era ver a mi mujer y a mi hijo, no presté atención al resto”, dijo Holoviy.

Una mujer consuela a una
Una mujer consuela a una niña mientras se refugian en el sótano tras los ataques con misiles rusos contra el Hospital Infantil Okmatdyt (REUTERS/Thomas Peter)

“Mi hijo Sasha estaba en la sección de traumatología. Hubo una explosión y tuvimos que salir muy rápido. Había muchos niños heridos bajo los escombros”, dijo a EFE Natalia Sheyan mientras esperaba fuera del hospital junto a su niño para ser trasladada a su región natal, Cherníguiv, al norte de Kiev.

Sheyán explicó que su hijo debe volver a recibir tratamiento dentro de un mes, pero teme que no sea posible por la destrucción causada por el ataque. “Su médico, además, tiene una herida en la cabeza que sufrió al proteger a otro niño durante la explosión”, agregó la madre visiblemente afectada.

Un niño recibe tratamiento tras
Un niño recibe tratamiento tras el ataque con cohetes del ejército ruso. (Vlada Liberova/Libkos/Getty Images)

“No sé qué más decir, estoy en estado de ‘shock’ y no puedo entender cómo pueden atacar un hospital con niños”, afirmó la mujer antes de volver a rodear con sus brazos a su hijo.

A su alrededor, una multitud de ambulancias ocupaba la calle cortada trasladado a los niños en situación más precaria. Camiones de bomberos ingresaban en el perímetro del hospital para proseguir con la limpieza de los escombros.

Una mujer lleva a un
Una mujer lleva a un niño cerca del Hospital Infantil de Okmatdyt (REUTERS/Gleb Garanich)

El hijo de Marina Ploskonos, de 4 años, fue operado de tuberculosis cervical el pasado viernes. “Mi hijo está aterrorizado”, dijo a la agencia AP. “Esto no debería estar pasando, es un hospital infantil”, dijo, rompiendo a llorar.

Una mujer toca a un
Una mujer toca a un paciente cerca del hospital infantil de Okmatdyt, dañado durante los ataques con misiles rusos (REUTERS/Gleb Garanich)

Según Natalia Svidler, de 40 años, los pacientes, el personal y los familiares habían corrido al sótano después de que sonara la alarma antiaérea a primera hora del lunes.

“Oímos un fuerte estruendo y luego el techo del sótano se desplomó un poco”, explicó Svidler, cuyo hijo Illia iba a ser operado en el hospital a finales de esta semana. “Todo el mundo se asustó mucho, por supuesto. Todo el mundo empezó a gritar y a correr”.

(REUTERS/Gleb Garanich)
(REUTERS/Gleb Garanich)

Tras una sirena antiaérea a primera hora de la mañana, el personal médico había actuado con rapidez para trasladar a los pacientes y al personal al sótano del centro.

“Por alguna razón, siempre pensamos que Okhmatdyt estaba protegido”, dijo Nina, una empleada del hospital de 68 años.

“Estábamos seguros al cien por cien de que (los rusos) no atacarían aquí”, dijo a la AFP, mientras describía las frenéticas prisas con las que el personal trasladaba a los niños con goteros al búnker.

“¡Prefiero que me maten! Ya he vivido. Pero, ¿por qué estos niños?”.

Una parte del hospital quedó
Una parte del hospital quedó completamente destruido (REUTERS/Gleb Garanich)

Hospital “destruido”

Según el alcalde de Kiev, Vitali Klitchko, hasta el momento se ha confirmado la muerte de dos adultos en el infantil, uno de ellos era médico. Además ha habido al menos 16 heridos, entre ellos siete niños.

Cristales rotos y gotas de sangre salpicaban los pasillos y las puertas del hospital, donde los trabajadores de emergencias peinaban el recinto en busca de supervivientes.

“Las instalaciones están destruidas. En este momento, probablemente sea imposible trabajar”, declaró a la AFP Oleksandr, médico del hospital.

(REUTERS/Thomas Peter)
(REUTERS/Thomas Peter)

Más tarde se oyó una explosión en la capital, que hizo correr a los trabajadores de emergencia y a los residentes que ayudaban en la operación de rescate.

Sobre los ladrillos y los hierros del ala hospitalaria completamente destruida en el bombardeo ruso, bomberos, efectivos de los servicios de rescate, médicos del hospital y simples voluntarios sin uniforme formaban una cadena humana que se extendía hacia otra zona menos afectada por el ataque.

(REUTERS/Oleksandr Ratushniak)
(REUTERS/Oleksandr Ratushniak)
Un rescatista llora tras el
Un rescatista llora tras el ataque (REUTERS/Thomas Peter)

De mano en mano se iban pasando trozos de hormigón, tuberías arrancadas por el impacto y otros fragmentos desprendidos de lo que sólo unas horas antes era un edificio, intentando despejar el lugar ante la posibilidad de que apareciera alguna víctima.

Las autoridades locales dijeron más tarde que un segundo centro médico había sido atacado en Kiev, matando al menos a cuatro personas.

Cristales rotos y gotas de
Cristales rotos y gotas de sangre salpicaban los pasillos y las puertas del hospital (Vlada Liberova/Libkos/Getty Images)

Un rescatador arrojó una pequeña mochila rosa desde la ventana del edificio destruido, mientras otros rodaban enormes trozos de ladrillo para despejar el camino a los médicos.

El cuerpo de un adulto fue cubierto con una manta de papel de aluminio y colocado sobre un trozo de hierba cerca del hospital.

 Una mujer sentada junto
Una mujer sentada junto a los cadáveres de sus familiares muertos durante un ataque con misiles rusos en Kiev (REUTERS/Valentyn Ogirenko)

El ataque contra el hospital se produjo al mismo tiempo que los bombardeos rusos a ciudades de toda Ucrania a primera hora del lunes, que mataron a más de 20 personas e hirieron a docenas más, según las autoridades.

El Ministerio de Defensa ruso declaró posteriormente que los daños en Kiev habían sido causados por un misil de defensa antiaérea ucraniano. El ministerio no aportó pruebas para sus afirmaciones, que contradicen lo que mostraron los videos.

El inusual bombardeo ruso diurno se produjo mientras el Presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, aterrizaba en Varsovia antes de dirigirse a la cumbre de la OTAN en Washington, donde se esperaba que solicitara más apoyo militar a los aliados del país.

(Con información de AFP, EFE, Reuters y AP)

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