Un gran ataque con cohetes lanzado este domingo por el grupo terrorista Hezbollah contra el norte de Israel, en particular contra una base militar, dejó al menos cuatro heridos, uno de ellos de nacionalidad estadounidense, y desatado la alarma en varias comunidades de la región de la Baja Galilea.
El grupo terrorista libanés confirmó este ataque en respuesta a la muerte ayer sábado de un destacado integrante de la organización, Maytham Mustafa al Attar, en el ataque de un avión no tripulado de Israel en el municipio nororiental de Baalbek, uno de los bastiones de las milicias.
El Ejército de Israel indicó que una primera oleada de cohetes incluía una veintena de proyectiles que, según Hezbollah, iban particularmente dirigidos hacia la base militar israelí de Nimra, una de las principales instalaciones militares en el norte de Israel.
El servicio de Emergencias de Israel, Magen David Adom, informó en un primer momento de un herido grave por la metralla, un joven de 28 años que ha sido atendido en el centro médico de Baruch Padeh tras un impacto de cohete ocurrido en la comunidad de Kfar Zeitim, en el norte.
Poco después, el Ejército israelí confirmó el lanzamiento de otro grupo de entre 20 y 40 cohetes en dirección a la zona de Monte Meron, también en el norte de Israel, la mayoría de los cuales ha sido interceptado por el escudo defensivo antiaéreo Cúpula de Hierro, de momento sin víctimas que lamentar.
Más tarde, tres personas más resultaron heridas por el impacto de un misil guiado anticarro lanzado contra una posición militar en Zarit, según fuentes militares y sanitarias citadas por The Times of Israel. Entre ellos está un civil estadounidense de 31 años que se encuentra grave y un militar. El tercero es civil. Los tres han sido trasladados al Centro Médico Galilea de Nahariya.
Un segundo proyectil fue lanzado contra esa misma región. Las Fuerzas Armadas israelíes abrieron una investigación para esclarecer por qué estaban los dos civiles dentro de las instalaciones militares.
La zona además está siendo el escenario de varios incendios provocados por esta nueva batería de lanzamientos de Hezbollah, involucrada desde el principio de la guerra de Gaza en una campaña de cruces de artillería contra Israel a través de la frontera.
La frontera entre Israel y el Líbano vive su mayor pico de tensión desde 2006 con un intenso intercambio de fuego desde octubre, que se ha cobrado la vida de más de 500 personas, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hezbollah, que ha confirmado al menos 327 bajas de milicianos y comandantes, algunas en Siria; además de más de 90 civiles.
En Israel han muerto 25 personas en el norte (15 militares y 10 civiles).
Las hostilidades en la divisoria comenzaron el 8 de octubre, al día siguiente de que estallara la guerra en la Franja de Gaza, en solidaridad de Hezbollah con las milicias islamistas palestinas del enclave; aunque el cruce del fuego se ha intensificado mucho en las últimas semanas, lo que hace temer una guerra abierta entre las partes, aunque la comunidad internacional, especialmente EEUU y Francia, se afanan en lograr una salida diplomática.
(Con información de Europa Press)