Las autoridades francesas están llevando a cabo una investigación exhaustiva tras la desaparición de Durandal, una espada legendaria comparable con Excalibur, que permaneció aproximadamente 1,300 años incrustada en una roca en el pueblo de Rocamadour, ubicado en los Pirineos.
La espada no solo era un importante reclamo turístico, sino también un símbolo profundamente arraigado en la historia local. La desaparición ha dejado consternada a la comunidad, que siente que le han arrebatado un valioso fragmento de su patrimonio cultural.
Durandal es mencionada por primera vez en el poema épico del siglo XI “La Canción de Roland”, que se conserva en la Biblioteca Bodleiana de la Universidad de Oxford. Este texto relata que un ángel entregó Durandal al emperador del Sacro Imperio Romano, Carlomagno, quien a su vez la confió a su caballero Roland.
Según la leyenda, Roland, en un intento de evitar que la espada cayera en manos enemigas, la lanzó lejos, terminando incrustada en la pared rocosa de Rocamadour a una altura de aproximadamente diez metros.
Dominique Lenfant, alcalde de Rocamadour, expresó su tristeza por la pérdida: “Nos va a faltar Durandal. Ha sido parte de Rocamadour durante siglos, y no hay un guía que visite el pueblo y no la mencione”. Lenfant agregó: “Rocamadour siente que le han robado una parte de sí misma. Aunque sea una leyenda, los destinos de nuestro pueblo y de esta espada están interrelacionados”.
La Dépêche, el periódico francés que inicialmente dio la noticia, también citó al alcalde: “Incluso si es solo una leyenda, nos sentimos devastados por la pérdida”.
La espada, famosa por su dureza indestructible y su filo inigualable, sirvió como un vínculo tangible con una época legendaria del pasado europeo. Durandal no solo es famosa por su asociación con Roland, sino también por su presunta relación con el príncipe troyano Héctor, según lo narrado en el poema épico italiano “Orlando Enraged”.
La desaparición reciente de Durandal ha generado múltiples teorías, siendo la más plausible el robo. La policía local inició una investigación para esclarecer los hechos y determinar el paradero de la espada, confirmó CBS News.
Hasta el momento, no se han encontrado pistas concluyentes, lo que ha incrementado la frustración y tristeza de los residentes de Rocamadour.
El impacto cultural y emocional de la pérdida es considerable, ya que la espada también representaba una atracción significativa para los visitantes del pueblo. Cada año, miles de turistas eran atraídos por la fama de Durandal, contribuyendo considerablemente a la economía local.
La espada era parte integral de los recorridos turísticos, y su ausencia deja un vacío difícil de llenar. Según comentó Lenfant, “El pueblo y Durandal están tan interconectados que su desaparición se siente como un verdadero robo a nuestra historia y tradición”.
Con el objetivo de recuperar Durandal, se están explorando todas las posibles líneas de investigación, incluyendo el análisis de cámaras de seguridad y entrevistas a testigos. La esperanza es que alguna pista permita localizar la espada y devolverla a su lugar en la pared rocosa, donde ha permanecido durante más de un milenio.
La relevancia histórica de Durandal y el misterio en torno a su desaparición han capturado la atención no solo de los medios nacionales, sino también de la comunidad internacional.