El ministro taiwanés de Economía, J. W. Kuo, declaró este martes que “no habrá escasez de energía” tras el desmantelamiento de la única central nuclear que sigue activa en Taiwán, cuyo cierre definitivo está previsto para 2025, en medio de los intentos de la oposición por extender su funcionamiento.
“No habrá escasez de energía debido al desmantelamiento. El Ministerio de Economía ha hecho los preparativos necesarios, incluyendo la capacidad adicional de las plantas eléctricas de Taoyuan (norte) y del sur, para compensar el déficit de generación de energía”, aseguró Kuo en sede legislativa.
La última central nuclear activa de Taiwán, ubicada en el condado sureño de Pingtung, entrará en etapa de desmantelamiento el próximo año, después de que las licencias de sus dos reactores expiren el 27 de julio de este año y el 17 de mayo de 2025.
Previamente, las centrales nucleares de Chinshan y Kuosheng, situadas en Nuevo Taipéi, entraron en período de desmantelamiento en julio de 2019 y marzo de 2023, respectivamente, luego de que hubiesen caducado las licencias de sus reactores.
“El Ministerio de Economía trabaja dentro del marco de la ley y actúa de acuerdo a las decisiones del Yuan Legislativo (...). Si el Yuan Legislativo aprueba algo, nosotros lo ejecutaremos”, afirmó Kuo ante los medios de comunicación.
Durante décadas, el gobernante Partido Democrático Progresista (PDP) defendió la necesidad de acabar con la energía nuclear en la isla, pero la creciente demanda de electricidad por parte de la industria tecnológica y la falta de desarrollo de las renovables han elevado los temores sobre la escasez de energía en un futuro.
En este contexto, el Yuan Legislativo (Parlamento), de mayoría opositora, abordará la próxima semana un proyecto de ley para extender la vida útil de las centrales nucleares, una iniciativa que, en caso de salir adelante, no será rechazada por el Gobierno.
Según los últimos datos del Departamento de Energía, la energía nuclear representó un 6,3 % de la combinación energética de Taiwán en 2023, mientras que los combustibles fósiles constituyeron el 83,1 % y las fuentes renovables, un 9,5 %.
Si bien el primer ministro, Cho Jung-tai, aseguró a principios de junio que el Gobierno “no tenía planes” de prorrogar el funcionamiento de las centrales nucleares más allá de 2025, el presidente, William Lai (Lai Ching-te), se mostró mucho más ambiguo al respecto, reconociendo que la cuestión requería “más comunicación” para encontrar “mejores soluciones”.
El mandatario creó un comité especial de cambio climático para abordar este problema y uno de sus coordinadores, Tung Tzu-hsien, manifestó que el mix energético de Taiwán debería componerse por un 30 % de energía nuclear, un 30 % de energía renovable y otro 40 % de combustibles fósiles, y argumentó que la política energética “debería discutirse con menos política y más enfoque en las necesidades de la industria y los hogares”.
(Con información de EFE)