El Partido Laborista de Israel y la izquierda sellaron una alianza con el objetivo de desbancar a Netanyahu

Han certificado este lunes su acuerdo de coalición bajo el nombre Demócratas con el que tratarán de desbancar al Gobierno, al que consideran “el más fallido de la historia del país”

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El presidente del Partido Laborista, Yair Golan (Jerusalem Post)
El presidente del Partido Laborista, Yair Golan (Jerusalem Post)

El socialdemócrata Partido Laborista de Israel y el progresista Meretz han certificado este lunes su acuerdo de coalición bajo el nombre Demócratas con el que tratarán de desbancar a Benjamin Netanyahu y su Gobierno, al que consideran “el más fallido de la historia del país”.

Ambas formaciones han celebrado su primera reunión conjunta tras confirmar en la víspera su acuerdo de asociación. El presidente del Partido Laborista, Yair Golan, ha dado la bienvenida a Meretz y ha ensalzado su decisión de unirse para afianzar una alternativa “liberal demócrata” en el país.

“La tarea más urgente es reemplazar al Gobierno más fallido de la historia de este país y devolver la esperanza en Israel (...) Somos una oposición luchadora y decidida, solo una oposición así puede ser una alternativa de liderazgo”, ha manifestado Golan, según informaciones recogidas por The Times of Israel.

Golan ha aseverado que Demócratas es una alianza política capaz de garantizar el cambio de gobierno a través de una alternativa “funcional y estructural” al actual Ejecutivo de Netanyahu, al que acusa de beneficiarse de las clásicas disputas entre izquierda y derecha, por lo que aboga por dejar a un lado estas nomenclaturas.

“Las ideas de izquierda y derecha son cómodas para Netanyahu, pero no tienen conexión con la realidad actual en Israel”, ha dicho Golan, que, sin embargo, sí hace distinción entre quienes abogan por un país como hogar “de todos los judíos por igual”, o quienes por el contrario “perciben el Estado como mesiánico-teocrático”.

Manifestantes frente a la residencia del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en Jerusalén, el 27 de junio de 2024 (EFE/EPA/ATEF SAFADI)
Manifestantes frente a la residencia del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en Jerusalén, el 27 de junio de 2024 (EFE/EPA/ATEF SAFADI)

El Partido Laborista vivió una época dorada desde finales de los años 60 hasta el año 2000, enlazando hasta cinco presidencias consecutivas. Asimismo, en los años 90 logró dominar la política nacional con los gobiernos de Isaac Rabin (1992-1995), Shimon Peres (1995-1996) y Ehud Barak (1999-2001). Sin embargo, desde entonces no ha vuelto a ostentar cargos de relevancia en el Gobierno israelí, y en las últimas elecciones legislativas obtuvo menos del 3,7 por ciento de los votos (4 diputados), certificando así una tendencia camino a la desaparición que ha motivado esta alianza con Meretz.

Por su parte, Meretz (Juntos, en español) es un partido de izquierdas fundado en los 90 y que aboga por la solución de dos Estados y el pacifismo. Históricamente ha sido un partido residual en la Knesset, donde obtuvo su mejor resultado en 1992 con doce de los 120 escaños del Parlamento, si bien es cierto que llegó a formar parte de los gobiernos laboristas de aquella época.

El líder de la oposición, el centrista Yair Lapid -del partido Hay Futuro- felicitó a ambas formaciones por dar este “paso correcto y adecuado” y les deseó éxito.

“Trabajaremos con ellos y con todos los partidos de la oposición para reemplazar al gobierno lo más rápido posible”, señaló Lapid, que en 2021 logró forjar una coalición de gobierno alternativa a Netanyahu en el que también estaban los laboristas y Meretz.

Aunque Israel no debería celebrar elecciones hasta 2026, el fracaso del 7 de octubre y el estancamiento de la guerra en Gaza, han provocado que numerosas voces de la oposición, de todas las tendencias políticas, reclamen la convocatoria de elecciones anticipadas, algo que también demanda gran parte de la sociedad en masivas protestas semanales.

(Con información de EP y EFE)

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