El partido de extrema derecha Agrupación Nacional ha sido el más votado en la primera vuelta de las elecciones legislativas francesas celebrada este domingo con un 33% de los votos, por delante de la coalición de izquierda Nuevo Frente Popular (NFP, 28,5%) y la centrista Juntos por la República (22%). Pero Marine Le Pen dice que quiere una “mayoría absoluta” en el Parlamento para que el jefe del partido, Jordan Bardella, pueda convertirse en primer ministro.
“La democracia ha hablado”, ha celebrado Le Pen desde Hénin-Beaumont, donde anunció haber sido reelegida en la primera vuelta. Para la triple candidata a la presidencia, el triunfo de Agrupación Nacional demuestra que los electores “con un voto sin ambigüedad, han mostrado su voluntad de pasar página después de siete años de un Gobierno despreciativo y corrosivo” de Emmanuel Macron.
“Nada está ganado y la segunda vuelta será determinante para evitar que el país caiga en manos de la coalición Nupes, de una extrema izquierda con tendencia violenta”, advirtió, dado que la coalición de izquierda del Nuevo Frente Popular quedó en segundo lugar a nivel nacional. Para Le Pen, la segunda vuelta será “determinante para dar a Jordan [Bardella] una mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, para iniciar la próxima semana el rescate de Francia y el restablecimiento de la unidad y la concordia nacional”.
“Necesitamos una mayoría absoluta para que Jordan Bardella sea nombrado primer ministro por Emmanuel Macron dentro de ocho días”, ha añadido.
La proyección apunta a que el grupo que lideran Marine Le Pen y Bardella podría lograr entre 260 y 310 escaños, lo que implica una posible mayoría absoluta y la formación de un gobierno monocolor en una Asamblea Nacional que cuenta con 577 escaños. La mayoría absoluta está en los 289 diputados, según el estudio de Elabe.
El NFP lograría entre entre 115 y 145 escaños, mientras que la coalición centrista respaldada por el presidente, Emmanuel Macron, lograría entre 90 y 120 escaños, muy lejos de los 245 actuales.
Por detrás de las tres fuerzas principales se sitúan Los Republicanos con un 10,5 por ciento de votos, otros (regionalistas, ecologistas, 2 por ciento), extrema izquierda (1,5 por ciento), izquierda diversa y disidentes del NFP (1,5 por ciento), Recuperación (0,5 por ciento) y varios soberanistas y de derecha (0,5 por ciento).
Macron había sorprendido a la nación y desconcertado incluso a algunos aliados al convocar elecciones anticipadas después de que el RN derrotara a sus fuerzas centristas en las elecciones al Parlamento Europeo de este mes.
Esa apuesta corre el riesgo de resultar contraproducente, ya que ahora se espera que la alianza de Macron gane un contingente minoritario mucho más pequeño en el parlamento, lo que convierte al presidente en una figura mucho menos poderosa durante los tres años restantes de su mandato.
En la segunda vuelta del 7 de julio se realizará una segunda vuelta en los escaños donde no había mayoría absoluta, lo que permitirá que tome forma la composición final de la Asamblea Nacional.
Ahora que la guerra de Rusia contra Ucrania está en su tercer año y los precios de la energía y los alimentos son mucho más altos, el apoyo al partido RN, antiinmigratorio y euroescéptico, ha aumentado a pesar de las promesas de Macron de impedir su ascenso.
La votación en dos vueltas podría poner a la extrema derecha en el poder en Francia por primera vez desde la ocupación nazi en la Segunda Guerra Mundial y dar al jefe del partido RN, Jordan Bardella, de 28 años, un protegido de su líder de larga data Marine Le Pen, la oportunidad de formar un gobierno.
Esto crearía un tenso período de “cohabitación” con Macron, quien ha prometido cumplir su mandato hasta 2027. Bardella ha dicho que sólo formará gobierno si el RN gana una mayoría absoluta en las elecciones.
(Con información de AFP y EP)