El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, aseguró este miércoles en Washington que aceptan el plan de alto el fuego en Gaza propuesto por Estados Unidos y pidió a Hamas que diga que sí a las condiciones para un cese de hostilidades.
“Estamos firmemente a favor del acuerdo del presidente (Joe Biden), que Israel ha aceptado y que ahora Hamas debe aceptar o atenerse a las consecuencias”, aseguró en una declaración Gallant antes de reunirse esta mañana con el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.
En una rueda de prensa, John Kirby, portavoz de Seguridad Nacional, aseguró que si las partes llegan a la fase dos del plan propuesto por Biden, que requiere la liberación de todos los rehenes capturados por Hamás, incluidos soldados, “eso permite un potencial cese de las hostilidades”.
No obstante, las partes siguen atascadas en la aceptación de la primera parte del plan presentado por Washington a finales de mayo, que contempla un alto el fuego temporal, la retirada de las fuerzas israelíes de zonas densamente pobladas en la Franja de Gaza y la liberación de parte de los rehenes de Hamas a cambio de la excarcelación de prisioneros palestinos en penitenciarías de Israel.
Esa fase se completará con la entrada de 600 camiones diarios de ayuda humanitaria, algo que Kirby negó que se esté usando como una medida de presión contra Hamas y atribuyó el bajo flujo de asistencia humanitaria a “bandas criminales” palestinas que complican la entrada por el paso israelí de Kerem Shalom.
Kirby también aseguró que la ayuda militar a Israel “sigue fluyendo” y solo se ha pausado la entrega de bombas “de alta densidad y baja precisión” a Israel.
Gallant se reunió el lunes con el secretario de Estado, Antony Blinken, y el martes con el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, poco después de que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, criticara a EEUU por pausar la ayuda militar.
Desde hace días, fuentes militares citadas por la prensa israelí auguran que faltan entre tres y cuatro semanas para terminar con los dos batallones de Hamas que, se estima, quedan intactos en Rafah.
Mientras tanto, el Programa Mundial de Alimentos de la ONU, con sede en Roma, dijo que un nuevo informe “pinta un panorama sombrío del hambre actual”.
La última asociación de Clasificación Integrada de Fases de Seguridad Alimentaria (IPC) dijo que su advertencia de marzo sobre una hambruna inminente en el norte de Gaza no se había materializado.
“Sin embargo, la situación en Gaza sigue siendo catastrófica y existe un alto y sostenido riesgo de hambruna en toda la Franja de Gaza”, dice el informe, advirtiendo contra la complacencia.
Dijo que alrededor de 495.000 personas -alrededor del 22% de la población del territorio, según la ONU- todavía enfrentan “niveles catastróficos de inseguridad alimentaria aguda”.
Otras 745.000 personas están clasificadas en emergencia de seguridad alimentaria.
Al analizar la estrategia a largo plazo de Israel, el asesor de seguridad nacional, Tzachi Hanegbi, dijo el martes que atacar a Hamas no era suficiente y que un liderazgo “alternativo” debe tomar el mando en Gaza.
“No se puede hacer desaparecer a Hamas, ya que es una idea”, dijo Hanegbi en una conferencia de seguridad en el suburbio de Herzliya, en Tel Aviv.
“Por lo tanto, se necesita una idea alternativa, no sólo dañar sus capacidades militares. Y la alternativa es un liderazgo local que esté preparado para vivir junto a Israel”.
(Con información de EFE y AFP)