Corea del Sur volvió a poner sobre la mesa la posibilidad de entregar armas a Ucrania si Corea del Norte y Rusia ejecutan un nuevo acuerdo de defensa y aseguró que el límite para decidir está en la posible entrega de munición rusa de precisión a las fuerzas de Pyongyang.
“Ahora mismo todo depende de lo que haga Rusia”, dijo el asesor de Seguridad Nacional surcoreano Chang Ho Jin a la cadena surcoreana KBS. “¿Qué línea nos quedaría por cruzar si Moscú entrega armas de precisión a Corea del Norte?”.
El asesor de seguridad reiteró así lo planteado por algunas voces de la cúpula de seguridad surcoreana tras la firma del acuerdo estratégico de defensa que sellaron esta semana el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, durante la visita del primero a Pyongyang. Seúl, que es un importante exportador de armas, ya había dicho en la semana que “reconsideraría” la política de larga data que le prohíbe suministrar armas directamente a Ucrania. Putin advirtió a Corea del Sur de que esto sería un “gran error”.
El presidente ruso también dijo que Moscú no descartaba la cooperación militar y técnica con el Norte, o incluso el envío de armas, todo lo cual violaría las sanciones de la ONU contra Pyongyang.
El asesor de seguridad pidió a Putin que reconsidere su postura. “Si es verdad que quiere restaurar y progresar en las relaciones con nosotros”, agregó Chang, “me gustaría que la parte rusa se lo pensara con mucha calma”.
Protestas de Seúl
La firma del pacto entre Putin y Kim, que prevé asistencia mutua en caso de agresión, encendió las alarmas en Seúl, que el viernes protestó convocando al embajador ruso Georgy Zinoviev e instó a Rusia a poner fin “de inmediato” a la cooperación militar con Corea del Norte y a cumplir las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
También instó a Rusia a estar a la altura de sus responsabilidades como miembro permanente del Consejo de Seguridad, según informó el Ministerio de Asuntos Exteriores. “Violar las resoluciones del Consejo de Seguridad y apoyar a Corea del Norte perjudicará nuestra seguridad e inevitablemente tendrá un impacto negativo en las relaciones entre Corea y Rusia”, declaró el primer viceministro Kim Hong-kyun, según el comunicado.
Corea del Norte está sometida a sanciones de la ONU desde 2006 por su programa nuclear prohibido. Las medidas fueron apoyadas inicialmente por Rusia, pero Putin dijo en Pyongyang que las sanciones debían revisarse ahora.
Moscú y Pyongyang han sido aliados desde la fundación de Corea del Norte tras la Segunda Guerra Mundial y se han acercado aún más desde que la invasión rusa de Ucrania en 2022 aisló a Putin en la escena mundial.
Tensiones crecientes
La riña entre Seúl y Moscú se da en medio de crecientes tensiones entre Corea del Norte y Corea del Sur durante los últimos meses. Pyongyang y Seúl siguen técnicamente en guerra, ya que la Guerra de Corea (1950-1953) terminó con un armisticio, sin acuerdo definitivo desde entonces.
En este contexto, un portaaviones estadounidense llegó el sábado a Corea del Sur para participar en unas maniobras militares conjuntas destinadas a contrarrestar mejor las amenazas norcoreanas. Pyongyang suele calificar estas maniobras de “provocación”.
El portaaviones llegó un día después de que Seúl dijera que había efectuado disparos de advertencia cuando soldados norcoreanos cruzaron brevemente la frontera, fuertemente fortificada, en la tercera incursión de este tipo este mes.
Según el ejército surcoreano, los soldados norcoreanos han llevado a cabo recientemente actividades como la colocación de más minas terrestres, el refuerzo de carreteras tácticas y la adición de lo que parecían ser barreras antitanque cerca de la frontera.
Las dos Coreas también se han enzarzado en una “guerra de globos”, en la que un activista del Sur confirmó el viernes que había hecho flotar más globos con propaganda hacia el Norte.
Pyongyang ya ha enviado más de mil globos con basura al Sur, y Kim Yo-jong, la poderosa hermana de Kim, advirtió el viernes de que es probable que el Norte tome represalias.