Vladimir Putin anunció este viernes que Rusia va a seguir mejorando su arsenal nuclear con el propósito de mantener un elemento disuasorio. Este compromiso fue expresado durante una ceremonia en el Kremlin, en la que participaron graduados de academias militares, policiales y de servicios de inteligencia.
El jefe del Kremlin enfatizó la importancia de la tríada de armas atómicas, la cual está compuesta por misiles nucleares lanzados desde tierra, mar y aire. “Tenemos la intención de desarrollar aún más la tríada nuclear como garantía de disuasión estratégica y para preservar el equilibrio de poder en el mundo”, afirmó el mandatario ruso.
Brindó luego más detalles sobre los cambios en la doctrina nuclear rusa, que podría aplicar próximamente, según adelantó días atrás durante el foro económico celebrado en San Petersburgo.
La doctrina vigente establece que Rusia puede emplear armas nucleares si se trata de una respuesta a un ataque de esta naturaleza o ante una ofensiva convencional que suponga una amenaza existencial para el país. Desde el inicio de la guerra en Ucrania y con el alza de las tensiones con Occidente, muchos analistas militares en Moscú comenzaron a pedir una reducción de este umbral, para garantizar mayor seguridad en el territorio y disuadir a los enemigos de cualquier acción.
Sin embargo, en las últimas horas, el líder del Kremlin, regresó de una gira que lo llevó por Corea del Norte y Vietnam, descartó que las modificaciones vayan a realizarse en este terreno, precisamente en torno a la posibilidad de acción en forma de ataque preventivo.
“Por el momento no necesitamos un ataque preventivo porque el enemigo será inevitablemente destruido durante un ataque de respuesta”, sostuvo durante una rueda de prensa en Hanoi, en plena confianza de su capacidad de contraataque.
En cambio, continuó, los cambios podrían esperarse en los intentos de los aliados de Occidente por conseguir que “reduzca el umbral de uso” de estas armas, que se ha vuelto una de las grandes preocupaciones de la comunidad internacional en los últimos años. “Sabemos que entre los expertos de Occidente se barajan ideas de cierto tipo de armas nucleares que podrían ser utilizadas y eso no sería algo especialmente grave… Puede que no sea grave pero nosotros estamos obligados a prestar atención a eso y lo hacemos”, explicó.
Putin llegó este martes a Corea del Norte, donde estuvo dos días visitando a su par y aliado Kim Jong-un. Su paso por el país fue breve -y un hito, ya que hacía 24 años que no pisaba Pyongyang- aunque suficiente para que Kim desplegara todos los recursos disponibles para homenajearlo y agasajarlo.
Sorprendentemente, las imágenes no tardaron en llegar, aunque siempre por parte de los respectivos equipos de comunicación, que retocaron todo el material y procuraron cuidar hasta los más mínimos detalles. No obstante, fue una nueva oportunidad para conocer un poco más de este país que vive bajo un hermetismo casi total y de seguir los pasos del líder del Kremlin.
Lo primero que se difundió fue el aterrizaje del avión presidencial en el Aeropuerto Internacional de Pyongyang, donde lo esperaban Kim, miembros de la dictadura y una escolta de guardias que custodiaron todo el paso de Putin por una alfombra roja.
Más entrado el día, los mandatarios se mostraron en la plaza Kim Il Sung, nombre del abuelo del actual líder y fundador de la nación, donde también desfilaron por una alfombra roja y disfrutaron del baile de un grupo de niños con globos de colores vibrantes. A continuación, pasearon en un clásico Aurus descapotable y, a su término, tuvo lugar un desfile militar entre banderas con los colores rusos y tradicionales bailes norcoreanos, en un inusual clima de festejo.
Entre las decoraciones destacaba, además, una foto de Putin colgada junto a una de Kim frente a las escalinatas de esta plaza, rodeadas por más banderas y guirnaldas.
Estados Unidos expresó este jueves su profunda preocupación por la amenaza del presidente ruso Vladimir Putin de suministrar armas a Corea del Norte, advirtiendo que tal medida “desestabilizaría” la península coreana.
Putin, durante una visita a Pyongyang el miércoles, firmó un pacto de defensa mutua con el dictador norcoreano Kim Jong-un, quien prometió el “pleno apoyo” de su país a la invasión rusa a Ucrania.
En un discurso pronunciado el jueves en Vietnam, Putin dijo que Moscú no descartaría enviar armas a Pyongyang, lo que calificó de respuesta a la ayuda que proporciona Occidente a Ucrania. “Los occidentales proporcionan armas a Ucrania y a partir de entonces dicen que ya no controlan nada, y no importa cómo son usadas”, dijo. “Pues nosotros también podemos decir que hemos suministrado algo a alguien y después no nos hacemos cargo de nada”, argumentó el mandatario ruso.
La amenaza “es increíblemente preocupante”, dijo a la prensa el portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Matthew Miller.
“Desestabilizaría la península coreana, potencialmente, dependiendo del tipo de armas, y podría violar las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que la propia Rusia ha apoyado”, dijo Miller.
Washington y sus aliados han acusado previamente a Corea del Norte de suministrar a Rusia misiles y artillería que ha utilizado para atacar Ucrania.
Putin también advirtió este jueves a Seúl para que no suministre armas a Ucrania, después de que Corea del Sur dijera que estaba reconsiderando su actual prohibición.