El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, habló sobre cómo imagina que será el día después en la Franja de Gaza, cuando finalicen las operaciones militares de su país contra el grupo terrorista Hamas. “Creo que vamos a tener que hacer una desmilitarización sostenida, que sólo puede ser realizada por Israel contra cualquier intento terrorista resurgente”, manifestó.
En una entrevista con el sitio de noticias Punchbowl, con sede en Washington, el mandatario israelí subrayó: “Creo que tiene que haber una administración civil que administre no sólo la distribución de la ayuda humanitaria, sino también la administración civil. Creo que es mejor hacerlo con la cooperación de un patrocinio interárabe y la asistencia de los países árabes”.
Además, dijo que ve la necesidad de “algún tipo de proceso de desradicalización” para enseñar a los palestinos “un futuro diferente al de aniquilar a Israel y matar a todos los judíos del planeta”, así como un esfuerzo de reconstrucción que sería liderado por la comunidad internacional.
Respecto a la relación con Estados Unidos, Netanyahu indicó: “Aprecio profundamente el apoyo que nos brindaron el presidente Biden y la administración de los EEUU a nuestro esfuerzo bélico desde el principio. El presidente Biden vino aquí, envió dos grupos de portaaviones y nos brindó valiosa asistencia, municiones y armas desde el comienzo de la guerra. Soy consciente de todo eso y sigo agradecido”.
Y siguió: “Tener este suministro es crucial para que nuestra guerra común tenga como objetivo derrotar a Hamas y evitar una escalada en el Líbano. Porque, de lo contrario, obstaculiza la capacidad de Israel para librar esta guerra, que es una verdadera guerra de supervivencia y de múltiples frentes contra Irán y sus diversos secuaces terroristas: Hamas en Gaza, Hezbollah en El Líbano, los hutíes en Yemen y otros”.
Preguntado sobre si Biden no brinda todo el apoyo que quisiera a Israel por temas políticos internos de su país (las elecciones de noviembre), el primer ministro israelí expresó: “No sé qué lo está causando. Pero soy consciente de que ha habido una gran desaceleración en el suministro de municiones y armas importantes. No me refiero a los F-35 o F-16 que tardarán años en llegar. Me refiero a lo que es necesario ahora para ganar rápidamente la guerra en Gaza y evitar una guerra en El Líbano que, en ausencia de tal corrección, los riesgos de que estalle son cada vez mayores”.
“No soy partidista, no soy republicano ni demócrata. Soy un patriota israelí y hablo en nombre del pueblo israelí. Me alegra ver eso en una encuesta tras otra cuando a los estadounidenses se les pregunta a quién apoyan en este mundo. El 80 % dice que Israel y el 20 % dice que Hamas. Un 20 % de apoyo a Hamas sigue siendo una cifra increíble”, reflexionó.
La guerra en Gaza mientras se ensancha la fricción entre el Ejército y Netanyahu
El Ejército israelí continúa su ofensiva en Rafah, sur de Gaza, horas después de que su principal portavoz, el contralmirante Daniel Hagari, asegurase que erradicar al grupo islamista palestino Hamas del enclave no es algo factible, lo que ha crispado al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu.
En dos entrevistas con medios locales, Hagari dijo que Hamas no desaparecería “antes de crear una alternativa” a su gobierno, sumándose así a la crítica lanzada ya en mayo por el ministro de Defensa, Yoav Gallant, que exigió a Netanyahu un plan de posguerra.
“Decirle al público que no habrá terrorismo en Gaza (...) que no quedará un hombre armado es mentira. Habrá terrorismo en Gaza. Hamas es una idea. Para reemplazar a quienes lidian con los servicios civiles, a las personas que distribuyen alimentos o roban alimentos, se necesita crear algo que pueda crecer. Es una decisión para el liderazgo político”, dijo Hagari en una entrevista con el canal de noticias 13.
Además, el contraalmirante Hagari también le dijo a la emisora pública israelí, Kan, que probablemente muchos de los 116 rehenes en manos de Hamas serían liberados en un contexto de tregua y no en operaciones de rescate, contradiciendo así dos de los objetivos de la “victoria total” de Netanyahu.
Las palabras de Hagari desataron la cólera de la Oficina del primer ministro, que en un comunicado recordó que “uno de los objetivos de la guerra (es) la destrucción de las capacidades militares y de gobierno de Hamas” y que las tropas están comprometidas con lograrlo.
Esto hizo que, en otro comunicado nocturno, el Ejército reafirmara a Netanyahu su dedicación, y matizara que Hagari se refería “de manera clara y explícita” a la destrucción de Hamas “como una ideología y una idea”, no a sus capacidades militares.
A este respecto, según informó el periódico israelí Maariv en el resumen diario en inglés de la prensa escrita israelí, la operación militar en Rafah podría concluir en las próximas semanas, siendo posible, después, una fase de redadas cada pocos días.