Anca Molnar, una conocida influencer, falleció recientemente a los 35 años a causa de un tumor cerebral. Su trágica muerte conmocionó a sus seguidores y al mundo de las redes sociales, donde era ampliamente reconocida por su carisma y estilo de vida saludable.
Anca nació en Rumania pero se había trasladado a España, donde construyó una exitosa carrera como influencer. Con más de 500.000 seguidores en la plataforma Instagram, la mujer utilizaba su cuenta para compartir consejos de salud, bienestar y moda. Sus seguidores la admiraban por su energía positiva y su capacidad para motivar a otros a llevar una vida más saludable y activa.
Los primeros síntomas de su enfermedad aparecieron hace aproximadamente un año. Anca comenzó a experimentar fuertes dolores de cabeza, los cuales al principio ignoró, pensando que eran migrañas comunes debido a su estilo de vida. Sin embargo, a medida que los dolores se volvieron más intensos y frecuentes, decidió buscar ayuda médica.
En una serie de publicaciones, Anca compartió con sus seguidores el diagnóstico que cambió su vida: un tumor cerebral. A pesar de la gravedad de la situación, la influencer se mostró optimista y determinada a luchar contra la enfermedad. “No dejaré que esto me detenga”, escribió en una publicación.
Durante los meses que siguieron, Anca se sometió a diversas intervenciones médicas, incluyendo cirugías y tratamientos de quimioterapia. A lo largo de este difícil camino, continuó compartiendo su experiencia con sus seguidores, ofreciendo una visión honesta y valiente de su lucha contra el cáncer. Sus publicaciones se convirtieron en una fuente de inspiración para muchos, mostrando que incluso en los momentos más oscuros, se puede encontrar esperanza y fuerza.
El medio español, El Norte de Castilla dijo en una de sus notas que antes de fallecer, la influencer llevó a cabo una campaña de ‘crowdfunding’ en la que publicó un número de cuenta para que aquellos seguidores que lo desearan pudieran hacer un ingreso con el fin de facilitar los costes de su tratamiento.
“Hace menos de un año, Anca Molnar se encontró de repente con una cruel enfermedad, un diagnóstico que en Rumanía ya no le ofrecía ninguna posibilidad... Fue a Turquía, se operó y comenzó su lucha contra la enfermedad llena de esperanza (...) pero hoy Anca se enfrenta a otra ronda de la enfermedad desde Turquía, donde se le extirpará un nuevo tumor. Después de eso, habrá un largo período de recuperación. Sin embargo, todo esto tiene un precio y, lamentablemente, no es metafórico. Pero creo que para una comunidad de personas, la cantidad no sería insuperable. Para quien pueda, a Anca se le puede ayudar de alguna de las siguientes maneras”, publicó en Instagram hace 11 semanas.
A pesar de sus esfuerzos y del apoyo constante de su familia, amigos y seguidores, Anca no pudo vencer la enfermedad. Su muerte dejó un vacío profundo en la comunidad de las redes sociales y en aquellos que la conocieron personalmente. “Era una luz en la vida de todos los que la rodeaban”, comentó una amiga cercana en redes sociales.