Dinamarca está estudiando la forma de limitar el transporte de petróleo ruso a través del mar Báltico por parte de la llamada “flota fantasma” de petroleros, según declaró el lunes el ministro de Relaciones Exteriores del país nórdico, en una medida que podría agravar las tensiones con Moscú.
Rusia envía cerca de un tercio de sus exportaciones petroleras por vía marítima, el 1,5% del suministro mundial, a través del estrecho danés que sirve de puerta de entrada al mar Báltico, por lo que cualquier intento de detener el suministro podría disparar los precios del crudo y afectar a las finanzas del Kremlin.
Desde que los países occidentales impusieron un tope de precios al petróleo ruso en un intento de frenar los fondos vitales para su guerra en Ucrania, Rusia ha dependido de una flota de petroleros, a menudo envejecidos, con base y asegurados fuera de Occidente.
Dinamarca reunió a un grupo de países aliados para evaluar medidas dirigidas a esta flota, dijo a Reuters el ministro de Asuntos Exteriores, Lars Lokke Rasmussen, en una declaración enviada por correo electrónico.
No dijo qué medidas se estaban considerando.
“Existe un amplio consenso en que la flota fantasma es un problema internacional y que se requieren soluciones internacionales”, dijo Lokke Rasmussen. “Es importante que cualquier nueva medida pueda aplicarse en la práctica y que sea jurídicamente sólida desde el punto de vista del derecho internacional”.
Entre los países participantes en las conversaciones figuran otros estados del mar Báltico y miembros de la Unión Europea, dijo el ministro.
El embajador ruso en Dinamarca, Vladimir Barbin, dijo a Reuters que sería inaceptable imponer restricciones a los buques que atraviesen el estrecho.
“La amenaza para la seguridad de la navegación y el medio ambiente marino en el mar Báltico no son los petroleros con petróleo ruso, sino las sanciones impuestas por Occidente contra Rusia”, dijo Barbin.
“En esto es en lo que debería pensar la coalición de Estados creada a iniciativa de Dinamarca”, añadió.
El paso sin trabas de los buques por aguas danesas está garantizado por el Tratado de Copenhague de 1857, que sigue siendo válido y jurídicamente vinculante, dijo el embajador.
A Dinamarca le preocupa que los viejos petroleros que transportan petróleo a través de sus estrechos representen un peligro potencial para el medio ambiente.
G7 promete mejorar el tope a crudo ruso
El pasado viernes, los líderes el G7, grupo de las siete democracias más industrializadas del planeta, prometieron continuar presionando a Rusia haciendo “más eficaz” el tope del precio al crudo y sanciones a las prácticas “engañosas” que lo eludan, en la declaración final de su cumbre en el sur de Italia.
“Seguiremos aplicando una presión significativa sobre los ingresos de Rusia de la energía y otras materias primas. Esto incluirá mejorar la eficacia de la política del tope del precio del petróleo mediante la adopción de medidas adicionales para reforzar su cumpliendo y aplicación, al tiempo que se trabaja para mantener la estabilidad del mercado”, reza la declaración.
Los jefes de Estado o de Gobierno del G7 -Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido- prometieron “medidas, incluidas sanciones innovadoras aprovechando las respectivas geografías” para combatir el “uso por parte de Rusia de prácticas marítimas alternativas y engañosas para eludir” estas disposiciones con su flota.
Asimismo, el G7 llama a la industria que facilite estas actividades a “considerar la responsabilidad financiera y los riesgos de daño ambiental y de reputación asociados a esas prácticas”.
“Impondremos medidas de sanciones adicionales a quienes participen en prácticas engañosas mientras transportan petróleo ruso y contra las redes que Rusia ha desarrollado para extraer ingresos adicionales de violaciones de los límites de precios o de las ventas de petróleo utilizando proveedores de servicios alternativos”, avisan.
Asimismo, los líderes avanzan que seguirán implementando “nuevas medidas” para “limitar los futuros ingresos energéticos de Rusia impidiendo el desarrollo de futuros proyectos energéticos e interrumpiendo el acceso a los bienes y servicios de los que dependen esos proyectos”.
Y lo mismo harán para “reducir los ingresos de Rusia procedentes de los metales”.
(Con información de EFE y Reuters)