Los conciertos de Taylor Swift en Edimburgo, Reino Unido, no solo sacudieron a sus fans, sino también la tierra, según el British Geological Survey (BGS). Los tres conciertos con entradas agotadas en el estadio Murrayfield generaron lecturas sísmicas que se sintieron hasta a 6 kilómetros del lugar. La artista estadounidense interpretó sus canciones durante aproximadamente tres horas y media cada noche, atrayendo a miles de Swifties que bailaron al compás de su música.
El BGS informó que la actividad sísmica alcanzó un máximo de 160 latidos por minuto (bpm) durante la interpretación de... Ready For It?, momentos en que los asistentes transmitieron aproximadamente 80 kilovatios de energía, equivalente al poder de alrededor de 6000 baterías de automóvil. Según Sophie Butcher, investigadora de la entidad, las canciones Cruel Summer y Champagne Problems también provocaron significativas lecturas sísmicas cada noche.
Cammy Day, líder del Consejo de la Ciudad de Edimburgo, destacó a Sky News los beneficios económicos que estos conciertos trajeron a la ciudad. Los espectáculos recorrieron un impulso significativo a la economía local, contribuyendo con hasta 98 millones de dólares.
Dada la afluencia de turistas, las autoridades locales y los negocios estaban preparados para recibir a los fans con promociones y actividades temáticas. Day elogió el comportamiento ejemplar de los aficionados, que consideró como “una muestra adicional de nuestra reputación global como un excelente lugar para vivir, trabajar y visitar”.
The Washington Post señaló que Taylor Swift, además de romper récords de asistencia, generó una experiencia inolvidable para sus seguidores. El viernes por la noche, con aproximadamente 73.000 personas presentes, estableció un récord como el concierto más concurrido en la historia de Escocia, y cada noche siguiente superó la asistencia de la anterior.
“Es increíblemente alucinante que cada noche lograra romper el récord de asistencia en el estadio”, comentó Swift desde el escenario el domingo.
NBC News explicó que el BGS utilizó instrumentos científicos avanzados para detectar incluso las actividades sísmicas más mínimas. Aunque las vibraciones del estadio fueron captadas por los dispositivos, la agencia especificó que es “improbable que hayan sido sentidas por alguien que no estuviera en las inmediaciones”.
Los expertos consultados por el medio explicaron que este tipo de lecturas generadas por eventos sociales como conciertos no es inusual, pero la magnitud de las generadas por los Swifties ha sido sorprendente. Cabe destacar que los conciertos de otros artistas populares como Harry Styles, Beyoncé y Bruce Springsteen no lograron provocar tales niveles de actividad sísmica.
El análisis detallado de los sismólogos reveló que los fans generaron hasta 23.4 nanometros de movimiento durante las presentaciones. La comparación con otros grandes eventos muestra la magnitud del fervor de los seguidores de la artista.
El tour de Swift, que incluye un total de 15 conciertos en Reino Unido, se anticipa como un fenómeno que no solo atrae a los fanáticos, sino que también ofrece un impulso económico significativo. Según Barclays, la gira de Swift añadirá aproximadamente 1,270 millones de dólares a la economía británica.
Al observar la reacción del público y el impacto medido durante los conciertos, James Hammond del BGS comentó que es común que las personas generen vibraciones a través de fiestas y eventos masivos, lo que se ha confirmado recientemente con los conciertos de Swift. Estos eventos no solo marcaron una pauta en la industria del entretenimiento, sino que también proporcionaron datos relevantes para estudios científicos.
El próximo destino del tour de Swift es Liverpool, seguido de Cardiff y finalizará con ocho noches en el estadio de Wembley en Londres. Estos eventos prometen seguir generando repercusiones tanto a nivel local como global.