Los gobiernos de todo el mundo están aumentando sus inversiones en instalaciones de computación para la inteligencia artificial (IA), generando una nueva fuente de ventas en rápido crecimiento para Nvidia y otras compañías tecnológicas.
Tanto en Asia, como en Medio Oriente, Europa y América, se están destinando miles de millones de dólares a la creación de centros de datos nacionales y la modernización de infraestructuras existentes con chips de computadora especializados, en su mayoría provenientes de Nvidia.
De acuerdo con The Wall Street Journal (WSJ), esta medida busca desarrollar inteligencia artificial de manera local y entrenar modelos de lenguaje en sus idiomas nativos, basándose en datos de sus propios ciudadanos.
Jensen Huang, CEO de Nvidia, ha recorrido el mundo en los últimos meses para promover estas inversiones en IA desde gobiernos y empresas de telecomunicaciones y servicios públicos, que a menudo supervisan la infraestructura de computación nacional.
En septiembre, Huang se reunió con el primer ministro de India, Narendra Modi, en diciembre con los primeros ministros de Japón y Singapur, y a principios de este año se reunió con funcionarios en los Emiratos Árabes Unidos y Canadá. Este mes, Huang asistió a una conferencia de computación en Taiwán.
El impulso hacia la soberanía en IA es impulsado por un deseo de autosuficiencia estratégica en medio de crecientes tensiones entre Estados Unidos y China en torno a la tecnología.
Según Pablo Chávez, ex ejecutivo de políticas en Google y Microsoft y ahora en el Center for a New American Security, “existe una tremenda preocupación entre algunos gobiernos sobre cómo la revolución de la IA generativa impactará sus economías”, dijo al WSJ.
Nu Wexler, ex miembro del personal de comunicaciones de políticas en Google, Meta y Twitter, comentó al mismo medio que “los gobiernos ahora quieren nubes soberanas para su infraestructura de IA y datos sensibles, y las empresas tecnológicas estadounidenses están ansiosas por construirlas para ellos”.
Inteligencia artificial: la nueva soberanía
Entre los países que están invirtiendo fuertemente en IA soberana se encuentra Singapur. Su centro nacional de supercomputación está siendo actualizado con los últimos chips de IA de Nvidia, mientras que Singtel, la empresa nacional de telecomunicaciones, está expandiendo su huella de centros de datos en el sudeste asiático en colaboración con Nvidia. El país también está a la vanguardia de un modelo de lenguaje que se entrena en idiomas del sudeste asiático.
Canadá, por su parte, prometió 1.500 millones de dólares el mes pasado como parte de una estrategia de computación soberana para startups e investigadores canadienses, mientras que Japón anunció una inversión de 740 millones de dólares este año para fortalecer su capacidad de computación en IA tras la visita de Huang.
En Europa, Francia e Italia también están avanzando con grandes proyectos. Empresas de telecomunicaciones en estos países están construyendo supercomputadoras de IA con chips de Nvidia para desarrollar modelos de lenguaje locales.
Emmanuel Macron, presidente de Francia, instó recientemente a Europa a crear asociaciones público-privadas para comprar más unidades de procesamiento gráfico y así aumentar su participación de las globalmente desplegadas del 3% actual a un 20% para 2030 o 2035.
Otros movimientos significativos se están produciendo en África, donde el gobierno de Kenia firmó un acuerdo el mes pasado con Microsoft y la compañía de IA respaldada por los Emiratos Árabes Unidos, G42, para construir un centro de datos de 1.000 millones de dólares y usar la energía geotérmica del país para entrenar un modelo en suajili e inglés.
Por otro lado, China también está vendiendo capacidades de centros de datos e IA a varios países africanos, incluidos Egipto, aunque los chips de IA producidos en China actualmente no rinden tan bien como los de Estados Unidos, lo que convierte a este último en un proveedor preferido a pesar de las restricciones de licencias de exportación que EEUU ha impuesto.
Esta tendencia hacia una infraestructura de IA soberana en múltiples países no solo busca mayor independencia tecnológica, sino también proteger la seguridad nacional y preservar la cultura local en un mundo cada vez más centrado en la IA después de haberse quedado atrás en las revoluciones de la telefonía móvil y la computación en la nube.
Los incentivos gubernamentales para desarrollar instalaciones domésticas y actualizar centros de datos representan una tremenda oportunidad de crecimiento para fabricantes de chips y proveedores de servicios en la nube, aunque aún deben navegar por un campo minado de controles de exportación y rivalidades políticas.
Nvidia, que reportó ingresos trimestrales de 26.000 millones de dólares, casi la mitad provenientes de grandes empresas de computación en la nube, espera que los esfuerzos de IA soberana aporten casi 10.000 millones de dólares este año.