Francia amaneció conmocionada por el adelanto de los comicios legislativos previstos en 2027 al 30 de junio y 7 de julio próximos, tras la victoria del partido de extrema derecha Agrupación Nacional (RN) con un 31,37% de votos en las elecciones europeas, uno de los mejores resultados de su historia.
Su victoria se inscribe en la progresión de la extrema derecha en otros países de la Unión Europea como Alemania, Austria e Italia, aunque la coalición gobernante en las instituciones comunitarias --conservadores, socialistas y liberales-- mantuvo su mayoría absoluta.
Pero el impacto más fuerte fue en Francia, donde políticos y analistas se interrogan sobre las razones detrás del auge de la ultraderecha en el país galo.
En este sentido, uno de los análisis más compartidos este lunes fue el de Marlène Schiappa, ex ministra de Igualdad de Género durante el gobierno de Emmanuel Macron.
En un hilo publicado en Twitter, Schiappa sostuvo que cuando se estigmatiza al electorado por defender posturas consideradas “de derechas”, como el laicismo, la aplicación de expulsiones de inmigrantes ilegales o el consumo de ciertos medios, se empuja a la gente a votar por la extrema derecha.
“No debería sorprendernos que la gente vote a RN cuando a la gente se le hace creer que todo lo que sea menos de izquierdas que LFI es de extrema derecha”, afirmó, en referencia a La Francia Insumisa, al partido izquierdista de Jean Luc Melenchón.
Además, Schiappa, quien es activista por los derechos de las mujeres, criticó que se tachen de “extrema derecha” posturas como querer aumentar la tasa de natalidad o excusar ciertas agresiones sexuales que no encajan en la “narrativa deseada”.
La ex ministra también denunció que se haga “la vista gorda ante el islamismo e insulte a la policía”, factores que, según ella, alientan el voto a formaciones como el RN.
“Cuando nos desentendemos de la democracia con el pretexto de un ‘cordón sanitario’ que lleva 30 años fracasando (...) no nos sorprendamos de que la gente vote a RN”, advirtió.
Por último, Schiappa instó a “dejar de una vez de desertar del campo de las ideas y del debate, y dejar de pensar que hay ‘cotos vedados’ del RN”.
La política liberal acusó a sus oponentes de boicotear a los representantes electos que no les gustan “precisamente en nombre de la democracia” y afirma que, al dejarle todo el terreno ideológico a la extrema derecha, “se han quedado con todo”.
RN, que se impuso en un 93% de los municipios franceses y por primera vez en la región parisina, ya ha anunciado que su candidato a primer ministro será su victorioso cabeza de lista en las elecciones europeas, el eurodiputado Jordan Bardella, de 28 años.
Su victoria confirma además la estrategia de su líder, Marine Le Pen, de dar una imagen más moderada del otrora Frente Nacional (FN) que heredó en 2018 de su padre, Jean-Marie Le Pen, conocido por sus comentarios racistas y antisemitas.
El adelanto electoral, que sólo conocía el círculo más cercano de Macron, dividió al oficialismo. Algunos de sus miembros abogaban por otra solución: tejer una coalición con el partido Los Republicanos (LR, derecha), con los que pactó sus principales reformas desde que perdió la mayoría absoluta en 2022.
Macron: “Tomar la decisión correcta”
Este lunes, Macron urgió a los franceses a tomar la “decisión correcta”, un día después de sorprender a Francia y Europa con la convocatoria de elecciones legislativas anticipadas.
“Confío en la capacidad del pueblo francés para tomar la decisión correcta para sí mismo y para las futuras generaciones. Mi única ambición es ser útil a nuestro país, que tanto amo”, escribió el mandatario centrista en la red social X.
Macron intentó vincular las ceremonias del 80º aniversario del desembarco aliado en Normandía con las elecciones europeas y advirtió incluso de que Europa “puede morir” por la guerra que libra Rusia en Ucrania.
Aunque su objetivo también era distanciarse de RN, partido considerado durante mucho tiempo cercano a Moscú, su esfuerzo fue en vano: su candidata finalizó con un 14,60% de votos.
Los medios advirtieron este lunes de la “apuesta arriesgada” del mandatario francés. “Al igual que el emperador romano [Nerón] prendió fuego a la antigua Roma, ¿Emmanuel Macron encendió la cerilla que incendiará su propia ciudadela?”, concluía el editorial del diario liberal L’Opinion.
Las elecciones anticipadas no afectarían a Macron, quien seguirá presidiendo la segunda economía de la UE hasta 2027, pero podría tener que compartir el poder con un gobierno de otro color político en una “cohabitación” poco antes de los Juegos Olímpicos de París-2024.
La incógnita de izquierdas
A diferencia de las europeas, con una única vuelta y una lista por partido a nivel nacional, los franceses escogen a sus 577 diputados de la Asamblea Nacional en sendas circunscripciones, mediante un sistema mayoritario uninominal a dos vueltas.
Para los analistas, el rápido e inesperado anuncio de Macron busca dificultar un acuerdo para una alianza entre las fuerzas de izquierdas, que, según Brice Teinturier, del instituto de sondeos Ipsos, sería el “árbitro” la próxima elección, y posicionarse en el centro de la campaña.
Las fuerzas de izquierda--socialistas, ecologistas, comunistas e izquierda radical-- concurrieron unidas en 2022 en la alianza Nupes, que acabó rompiéndose por los desacuerdos entre su ala socialdemócrata y la radical, dejando a RN el papel de primer grupo de la oposición.
Jean-Luc Mélenchon, de La Francia Insumisa (LFI, izquierda radical), lideró hace dos años esta alianza que parece complicado reeditar por el cambio en el equilibrio de fuerzas en su seno, aunque todas las corrientes expresaron su interés en unirse.
De este bloque, los socialistas quedaron en primer lugar con un 13,83% de votos, por delante de LFI (9,89%), de los ecologistas (5,5%) y de los comunistas (2,36%).