Las concentraciones de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera se están incrementando a un ritmo “más rápido que nunca”, alcanzando niveles nunca antes experimentados por la humanidad, según informaron científicos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), el Instituto Scripps de Oceanografía y la Universidad de California en San Diego.
Los expertos confirmaron que durante el último año se han registrado las temperaturas más altas en tierra y océanos, junto con una serie ininterrumpida de olas de calor, sequías, inundaciones, incendios forestales y tormentas.
El observatorio de Mauna Loa, en Hawái, registró un pico estacional de poco menos de 427 partes por millón (ppm) de CO2 en mayo, lo que representa un aumento de 2.9 ppm desde mayo de 2023. Este incremento es el quinto más grande en cincuenta años de registros de datos.
Rick Spinrad, administrador de la NOAA, destacó la gravedad de la situación en un comunicado de prensa citado por CBS News: “Ahora estamos descubriendo que los niveles de CO2 en la atmósfera están aumentando más rápido que nunca.”
En los últimos dos años, la subida en el pico de mayo ha sido la más significativa, coincidiendo con las condiciones de El Niño que dificultan la capacidad del planeta para absorber CO2. John Miller, científico del ciclo del carbono en la NOAA, atribuyó este aumento al continuo uso desmedido de combustibles fósiles.
“Cada año alcanza un máximo más alto debido a la quema de combustibles fósiles, que libera contaminación en forma de dióxido de carbono en la atmósfera. La contaminación por combustibles fósiles sigue acumulándose, al igual que la basura en un vertedero”, indicó Ralph Keeling, director del programa de CO2 de Scripps.
De acuerdo con FOX Weather, la NOAA subrayó que estos incrementos de CO2 en el observatorio superaron el promedio global registrado el año pasado, que fue un récord de 419.3 ppm, un 50 % más alto que antes de la Revolución Industrial. Sin embargo, la agencia aclaró que las observaciones tomadas en Mauna Loa no reflejan las variaciones de CO2 en todo el globo, aunque las mediciones globales han demostrado ser consistentes con las de Mauna Loa.
El dióxido de carbono actúa como un “manto en la atmósfera”, explicó la NOAA, similar a otros gases de efecto invernadero que intensifican el calor del sol sobre la superficie terrestre. Mientras que el CO2 es esencial para mantener las temperaturas globales por encima del punto de congelación, su concentración elevada lleva las temperaturas a niveles peligrosos y difíciles de soportar.
Ese calentamiento está alimentando eventos climáticos extremos. Las consecuencias ya se sienten, con inundaciones mortales, olas de calor y sequías devastando comunidades y afectando la agricultura.
La noticia de la NOAA se dio a conocer un día después de que el servicio de cambio climático Copernicus de la Unión Europea anunciara que la Tierra ha registrado 12 meses consecutivos de temperaturas récord. Carlo Buontempo, director de Copernicus, advirtió que “estamos viviendo tiempos sin precedentes... Esta serie de meses más cálidos se recordará como relativamente fríos”.
La NOAA advirtió que las mediciones de CO2 están enviando “señales ominosas” y que los niveles del gas están en el punto más alto en millones de años, además de estar subiendo más rápido que nunca.