Turquía le ha pedido a las autoridades chinas que se protejan los derechos culturales de los musulmanes uigures minoritarios que se encuentran en la provincia occidental de Xinjiang en China. También se instó a que se les permita “vivir sus valores”, dijo un funcionario turco el miércoles.
Según han denunciado distintos grupos de derechos humanos y diversos gobiernos occidentales, entre ellos el de Estados Unidos, la comunidad uigur (etnia musulmana de lengua túrquica) ha sido perseguida por China con la excusa de combatir el terrorismo yihadista y el extremismo en esa zona próxima a Asia Central.
Turquía tiene vínculos culturales y étnicos con los uigures. Es por eso que el país ha refugiado a muchos miembros de la comunidad, quienes huyen de violaciones de derechos humanos en la región. Se lo acusa a China de ser el responsable del envío de más de un millón de uigures y otras minorías musulmanas a prisiones y campos de detención.
El Gobierno de Turquía ya había criticado vehementemente en el pasado el trato de China hacia dicha comunidad. Pero esta vez, ha moderado su reprobación, considerando que el país desarrolla relaciones económicas cada vez más fuertes con Beijing.
Fue en una visita de tres días a China que el ministro de Relaciones Exteriores, Hakan Fidan, expresó el pedido. Se reunió con su homólogo chino Wang Yi, el vicepresidente Han Zheng y otros funcionarios.
Durante las reuniones, Fidan dijo a los funcionarios chinos que Turquía respeta la soberanía y la integridad territorial de China. Pero el ministro aclaró que el pueblo turco y el mundo islámico tienen “sensibilidades” con respecto a la protección de los derechos culturales de los uigures, según informó el funcionario.
Fidan transmitió el mensaje de que eliminar las preocupaciones “sería de gran beneficio para todos”, según el funcionario, quien proporcionó la información bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado para hablar públicamente sobre el tema.
Mientras tanto, en China la situación es vista de otra manera. Aunque distintas organizaciones de derechos humanos y países occidentales han denunciado la persecución sistemática a minorías musulmanas, Beijing niega que comete abusos y argumenta que los centros son para formación profesional.
Chen Wenqing, uno de los máximos responsables de Seguridad de China, pidió la semana pasada “la normalización” de los “esfuerzos antiterroristas” en la región de Xinjiang.
Chen, director de la Comisión de Asuntos Políticos y Jurídicos del Comité Central del Partido Comunista chino (PCCh), sostuvo tras una visita de cinco días a la mencionada provincia que las autoridades locales deben “insistir y no vacilar” a la hora de “tomar medidas enérgicas contra todo crimen terrorista de acuerdo con la ley”, según la agencia estatal Xinhua.
Además instruyó a los funcionarios locales a que otorguen “siempre” la “máxima prioridad al mantenimiento de la estabilidad social”. La autoridad china sostiene que “hay que prevenir y reprimir con precisión todos los crímenes terroristas violentos”.
El Ministerio de Seguridad Pública aseguró en un comunicado que China no ha visto un ataque terrorista “en más de siete años”. Para Beijing, todas las medidas que ha tomado “han contribuido a la seguridad y la estabilidad tanto nacional como regional y global”.
Actualmente, China es el tercer socio comercial más grande de Turquía. Ankara está tratando de reducir un desequilibrio comercial que favorece a China instándola a importar más productos agrícolas turcos, aumentar las inversiones y motivar a más turistas chinos a visitar Turquía, dijo el funcionario.
(Con información de AP)