Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, Corea del Sur, Japón y la Unión Europea defendieron las sanciones recientemente interpuestas por sus Gobiernos contra Corea del Norte y Rusia como “un esfuerzo coordinado” para hacer que ambas potencias “rindan cuentas” por “la transferencia ilegal de armas de Corea del Norte a Rusia para usarlas en su ofensiva contra Ucrania”.
“Nuestros gobiernos se oponen resueltamente a estas continuas transferencias de armas, que Rusia ha utilizado para atacar la infraestructura crítica de Ucrania, prolongando el sufrimiento del pueblo ucraniano”, manifestaron este viernes los representantes de Exteriores de los citados países en una declaración conjunta.
Los firmantes de dicho escrito expresaron su “grave” preocupación ante “la profundización de la cooperación” entre ambos países, argumentando que constituye una “flagrante violación de múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas”.
Asimismo, condenaron los esfuerzos de Rusia por “tratar de privar a todos los Estados miembros de la ONU de la información y orientación objetiva e independiente que necesitan para implementar resoluciones vinculantes del Consejo de Seguridad” en relación a Corea del Norte y recordaron que estas “siguen en vigor”.
“Instamos a Corea del Norte y a Rusia a que pongan fin a las transferencias ilegales de armas e instamos a Corea a que adopte medidas concretas para abandonar todas las armas nucleares, misiles balísticos y programas relacionados de manera completa, verificable e irreversible”, añadió la nota en la que se pide también a las autoridades norcoreanas que respondan “a las numerosas y genuinas ofertas de volver a la diplomacia”.
Este es “el único camino hacia una paz duradera en la Península de Corea”, concluyeron.
El portavoz del Gobierno de Japón, Yoshimasa Hayashi, apuntó que sus medidas alcanzan a nueve entidades y un ciudadano ruso, además de dos empresas de Chipre. Todos ellos estuvieron “implicados en la asistencia militar a Rusia y Corea del Norte para apoyar la invasión de Ucrania”, por medio de la entrega de armamento. Desde ahora, ninguno de estos 12 podrá disponer de sus activos en el país, que quedarán congelados.
Hayashi también destacó que es crucial que los aliados no pasen por alto estos hechos y hagan cumplir las disposiciones de la ONU. “A medida que continúa la invasión de Ucrania es extremadamente importante tomar medidas coordinadas con la comunidad internacional”, dijo.
En tanto, Seúl impuso sus sanciones sobre siete ciudadanos norcoreanos y dos barcos rusos, responsables de “transportar numerosos contenedores entre Rusia y Corea del Norte con suministros militares” y de recaudar fondos para apoyar el programa nuclear de Kim Jong-un. También, uno de ellos habría movilizado gasolina desde Pyongyang a Moscú y, otro, entablado conversaciones entre 2022 y 2023 con el grupo paramilitar Wagner.
A principios de mayo, a pesar de las reiteradas negativas de ambos actores de estar cooperando en el marco de la guerra de Ucrania, expertos de la ONU analizaron las piezas de un misil balístico que había caído en la ciudad de Kharkiv y concluyeron que se trataba de un arma norcoreana. El proyectil había sido lanzado por las Fuerzas Armadas de Rusia el 2 de enero e impactó contra un edificio residencial.
“A pesar de estar sometida a severas sanciones durante casi dos décadas, Corea del Norte sigue consiguiendo hacerse con todo lo que necesita para fabricar sus armas, y con una rapidez extraordinaria”, apuntó el director adjunto del Conflict Armament Research (CAR), Damien Spleeters
(Con información de Europa Press)