Cinco personas murieron y 23 resultaron heridas en ataques rusos en la ciudad ucraniana de Kharkiv, la segunda más grande del país, según informaron este viernes las autoridades locales.
La policía de la región homónima, situada en el noreste de Ucrania, informó que cinco personas murieron y 23 resultaron heridas, entre ellos dos niños, por el bombardeo de las fuerzas ordenadas por Vladimir Putin.
El alcalde de Kharkiv, Igor Terejov, indicó que el ataque golpeó un edificio de cinco plantas y que podían haber más personas atrapadas bajo los escombros.
“El enemigo recurrió nuevamente a la táctica del doble ataque”, disparando un segundo proyectil “cuando médicos, socorristas y fuerzas del orden ya estaban en el lugar”, indicó el gobernador Sinegubov.
El ataque se llevó a cabo con misiles S-300 y S-400 lanzados desde la región rusa de Belgorod, en la frontera con Ucrania, precisó la fiscalía regional, que reportó cinco disparos.
“Un cohete alcanzó un inmueble residencial de cinco plantas, otros cohetes cayeron cerca de este edificio”, afirmó.
La administración militar de Kiev también informó de un ataque masivo de misiles sobre la capital ucraniana, pero señaló que todos los proyectiles fueron abatidos.
La ciudad de Kharkiv es blanco casi diario de bombardeos desde el cercano territorio ruso. El pasado 25 de mayo, un ataque contra un supermercado causó 19 muertes en esta localidad.
A principios de mes, Rusia lanzó una ofensiva terrestre en la región homónima que está permitiendo a sus fuerzas ganar terreno ante unas tropas ucranianas en dificultades.
En medio de esta ofensiva, la OTAN sopesa si permite a Kiev usar las armas occidentales contra territorio ruso. El Kremlin acusó a la alianza de “incitar” a Ucrania a prolongar el conflicto.
Reticente hasta ahora, el presidente estadounidense, Joe Biden, dio luz verde este jueves para que Ucrania pueda usar sus armas contra objetivos en suelo ruso en ciertas condiciones.
“El presidente ha ordenado recientemente a su equipo que se asegure de que Ucrania puede utilizar armas suministradas por Estados Unidos con fines de contrataque en la región de Khakiv”, dijo un alto funcionario de la Casa Blanca bajo anonimato.
Sin embargo, añadió dicha fuente, la política con respecto a la prohibición del uso de misiles balísticos ATACMS o los ataques de largo alcance dentro de Rusia “no ha cambiado”.
Ucrania no puede usar esas armas para atacar infraestructura civil o lanzar misiles de largo alcance, como el Sistema de Misiles Tácticos del Ejército, para alcanzar objetivos militares en el centro de Rusia.
El miércoles, el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, se convirtió en el primer funcionario estadounidense en insinuar públicamente que Biden podría cambiar de rumbo y permitir tales ataques y dijo a los periodistas que la política estadounidense hacia Ucrania evolucionaría según fuera necesario.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, no descartó posteriormente un posible cambio.
Esos mensajes llegaron después de que los principales aliados de Estados Unidos, como el Reino Unido y Francia, dijeran que Ucrania debería tener derecho a atacar dentro de Rusia utilizando armas occidentales.
Rusia acusó a la OTAN de abrir una nueva fase de tensión en sus tormentosas relaciones al alentar los ataques ucranianos contra objetivos en territorio ruso con armamento occidental, postura en la que no hay unanimidad en el bloque aliado.
“En los últimos días y semanas los miembros de la OTAN, especialmente Estados Unidos y otros países europeos, han entrado en una nueva fase de escalada de las tensiones. Y lo hacen de manera consciente”, afirmó en su rueda de prensa diaria Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin.
(Con información de AFP y EFE)