Wang Hongquan, un influencer conocido en las redes sociales chinas por su ostentoso estilo de vida, ha sido uno de los afectados por una reciente ofensiva gubernamental contra la exhibición de riqueza en internet. Este martes, su cuenta en Douyin, la versión china de TikTok, dejó de estar accesible para sus 4,3 millones de seguidores, informó NBC.
Una búsqueda de su página devolvía un mensaje de error que indicaba que había sido bloqueada “por violaciones de las normas comunitarias de Douyin”, reportó el propio creador de contenido.
Estas medidas son resultado de una campaña lanzada el mes anterior por la Administración del Ciberespacio de China, el regulador nacional de internet, contra los influencers que crean una “persona de ostentación de riqueza” con el objetivo de atraer seguidores y tráfico.
Esta represión llega en un contexto económico adverso: China está atravesando una ralentización económica que ha impactado gravemente a la clase media, y los jóvenes enfrentan un mercado de trabajo extremadamente competitivo.
Entre los influencers cuyas cuentas también fueron bloqueadas se encuentran Bo Gongzi, con 2,9 millones de seguidores, y Baoyu Jiajie, con 2,3 millones de seguidores, informó NBC News. Estas acciones se produjeron tras la advertencia del regulador chino, que ya había manifestado su intención de lanzar una campaña contra quienes exhiban un estilo de vida lujoso en internet.
A pesar de la amplia censura en internet en China, esta no es la primera vez que las autoridades intentan controlar las tendencias sociales consideradas indeseables. En 2022, funcionarios chinos emitieron un “código de conducta” que prohibía a los anfitriones de transmisiones en vivo “mostrar o promocionar una gran cantidad de bienes de lujo, joyas, dinero en efectivo y otros activos”.
Lyla Lai, una antigua influencer de belleza con más de un millón de seguidores en Douyin, explicó su visión sobre la situación. Lai dejó la plataforma a raíz de las críticas sobre sus tácticas de venta y su estilo de vida. Según sus declaraciones, “cuando la mayoría de la gente está infeliz con sus propias vidas, ven todo este contenido en línea que está tan desconectado de la realidad; ver a todas estas personas que parecen tan felices y ricas crea una psicología bastante distorsionada”.
Lai, quien ahora reside en Australia, agregó que “hay preocupaciones sobre los jóvenes de hoy, que están viendo demasiado de este tipo de cosas y no se concentran más en sus estudios, siendo atrapados en este materialismo excesivo y avaricioso”.
La represión de las autoridades se da en un contexto donde algunos jóvenes chinos, enfrentando dificultades para encontrar trabajo, optan por “tumbarse” y retirarse de la sociedad o ver la creación de contenido en redes sociales como la única carrera viable.
Lai concluyó que, aunque el “limpieza es muy necesaria,” también es crucial que la economía se desarrolle más para proporcionar a la gente un mayor sentido de realización y felicidad en sus vidas en lugar de buscar solamente consuelo psicológico a través de internet.
El caso de Wang Hongquan es emblemático. Su contenido incluía presuntas propiedades en Beijing, múltiples bolsas de Hermès y coches deportivos caros. Hay dudas sobre la veracidad de estos videos, pero su impacto en la percepción de la riqueza entre los jóvenes chinos era significativo. La Administración del Ciberespacio de China enfatizó que la campaña busca frenar la creación deliberada de una imagen de vida lujosa para ganar seguidores.