La oficina del asistente de un eurodiputado neerlandés fue registrada este miércoles por la Policía Judicial belga, ubicada en la sede del Parlamento Europeo en Bruselas (Bélgica). Según informó la Fiscalía federal en un comunicado, se investigaba un supuesto caso de injerencia rusa.
Las registraciones toman lugar en una Europa que vivirá elecciones entre el 6 y el 9 de junio para elegir a los 720 representantes que compondrán el Parlamento Europeo, uno de los principales órganos de la Unión Europea.
No sólo se examinó la oficina del empleado, además un juez de instrucción de un tribunal de Bruselas ordenó la inspección de su domicilio, en el barrio de Shaerbeek, como también el de su despacho en el edificio de la Eurocámara en Estrasburgo, en Francia. El mismo comunicado afirmó que el registro se llevó a cabo en colaboración con las autoridades judiciales francesas y con Eurojust.
La Fiscalía indicó que las búsquedas forman parte de una investigación iniciada el pasado abril, relativa a “un caso de injerencia, corrupción pasiva y militancia a una organización criminal” y se refieren a indicios de intromisión rusa. Se sospecha que los trabajadores en el Parlamento Europeo fueron pagados “para promover la propaganda rusa a través del sitio web información Voice of Europa”.
Este medio ya ha sido denunciado por múltiples países como una plataforma de espionaje ruso que compra a figuras de la extrema derecha europea, según informó El País. La Fiscalía argumentó que hay indicios de que el empleado investigado haya jugado un papel importante en el asunto.
Por su parte, las fuentes de prensa del Parlamento Europeo señalaron no poder comentar investigaciones en curso. “El Parlamento Europeo colabora plenamente con las autoridades policiales y judiciales para ayudar al curso de la justicia y continuará haciéndolo” y que en ese contexto, se facilitó el acceso a la oficina, según las mismas fuentes.
La prensa neerlandesa logró identificar a uno de los afectados como el francés Guillaume Pradoura, ex miembro de la Agrupación Nacional de Marine Le Pen; y ex empleado de Maximilian Krah, eurodiputado del AfD alemán. En la actualidad, es asistente de Marcel de Graaff, eurodiputado neerlandés de Foro para la Democracia (FvD), la extrema derecha de Países Bajos.
De Graaff señaló en un breve comunicado su asombro al enterarse de los hechos. Dijo: “Hoy me enteré a través de los medios de comunicación de que la vivienda y la oficina de mi empleado, el Sr. Pradoura, fueron registradas (…) Para mí, todo esto es una completa sorpresa. Además, no tengo ninguna implicación en ninguna supuesta operación de desinformación rusa. Tengo una convicción política propia y la difundo. Esa es mi tarea como europarlamentario”.
Y agregó: “Hasta donde puedo juzgar, parece que esta acción de las autoridades está dirigida principalmente contra el AfD por miedo a un buen resultado electoral”.
El pasado abril la Fiscalía federal de Bélgica informó de una investigación sobre las injerencias de Rusia en políticos europeos, incluyendo pagos a diputados del Parlamento Europeo, para diseminar su propaganda.
La investigación concierne a la red de propaganda afín al Kremlin que ha sido descubierta tratando de influir en el Parlamento Europeo y en las próximas elecciones europeas, cuyas actividades pueden ser consideradas delitos en Bélgica.
“La investigación muestra cómo Moscú se acercó y también pagó a eurodiputados para promover la propaganda rusa aquí. La inteligencia belga ha confirmado la existencia de una red de interferencia prorrusa con actividad en varios países europeos y aquí en Bélgica”, indicó el pasado abril el Primer Ministro belga, Alexander De Croo.
Explicó entonces que sus servicios de inteligencia “tienen claro” que el objetivo de Moscú era ayudar a que más candidatos prorrusos salgan elegidos en las elecciones al Parlamento Europeo el próximo mes de junio para reforzar la narrativa prorrusa en la institución.
(Con información de EFE)