La tarde de este domingo, un avión de la Fuerza Aérea israelí abatió a Yassin Rabia, comandante de la cúpula de Hamas en Judea y Samaria, así como a Khaled Nagar, un alto cargo de la misma ala de la organización terrorista, según confirmó el Ejército israelí.
El ataque se llevó a cabo en la zona de Tal as Sultan, en el noroeste de Rafah, “sobre la base de información de inteligencia precisa”, de acuerdo al comunicado, que aclara que el ala de Hamas en Judea y Samaria es responsable de la “planificación, financiación y ejecución de atentados terroristas en toda Judea y Samaria y dentro de Israel”.
Yassin Rabia gestionaba la totalidad de la actividad terrorista de Hamas en esta región, transfería fondos a objetivos terroristas y planificaba atentados, de acuerdo al comunicado: “En el pasado, Rabia llevó a cabo numerosos atentados terroristas asesinos, como los de 2001 y 2002, en los que murieron soldados de las FDI”.
Khaled Nagar, en tanto, dirigió ataques con disparos y otras actividades terroristas en Judea y Samaria, y transfirió fondos destinados a las actividades terroristas de Hamas en la Franja de Gaza. Anteriormente, llevó a cabo varios atentados mortales entre 2001 y 2003 que causaron la muerte de varios civiles israelíes.
Por su parte, el ejército israelí afirmó que lanzó ataques aéreos contra un campamento de Hamas en Rafah, en el sur de Gaza: “Hace poco, un avión (del ejército israelí) atacó un campamento de Hamas en Rafah donde un importante número de terroristas de Hamas estaban operando”, señaló el ejército en un comunicado.
Añadió que “está al tanto de informes que indican que a causa del ataque y el fuego que se encendió, varios civiles en el área resultaron afectados”, por lo que “el incidente está siendo examinado”.
Horas antes el domingo, Israel dijo que al menos ocho cohetes fueron lanzados desde Rafah contra su territorio, incluyendo Tel Aviv. Aseguró que varios cohetes fueron interceptados.
Anunció también la muerte de dos soldados, lo que eleva a 289 sus bajas desde el inicio del conflicto.
La guerra estalló el 7 de octubre, cuando comandos islamistas mataron a más de 1.170 personas, en su mayoría civiles, en el sur de Israel, según un balance de la AFP basado en datos oficiales israelíes.
Los milicianos también secuestraron a 252 personas. Israel afirma que 121 permanecen secuestradas en Gaza, de las cuales 37 habrían muerto.
En respuesta, Israel prometió “aniquilar” a Hamas y lanzó una ofensiva contra Gaza, matando hasta el momento a 35.984 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, según el Ministerio de Salud gazatí.
El gobierno israelí se ve confrontado a una creciente presión internacional e interna para alcanzar un acuerdo con Hamas que incluya la liberación de los rehenes.
Miles de israelíes participaron por la noche en los funerales de un rehén, Hanan Yablonka, muerto el 7 de octubre pero cuyo cuerpo fue recuperado el viernes por el ejército israelí en Gaza.
“Hay que traer a todos de regreso a casa”, dijo Avivit Yablonka, que dedica esta marcha a su hermano y pide “la liberación de todos los rehenes”.
(Con información de AFP)