Un tribunal ucraniano ordenó este miércoles la liberación de los primeros detenidos que se presentaron voluntarios para combatir en el Ejército, en virtud de una nueva ley destinada a movilizar más soldados para luchar contra la invasión rusa.
Según las autoridades ucranianas, más de 3.000 detenidos expresaron su voluntad de unirse al ejército a cambio de ser liberados.
Un tribunal de la ciudad de Jmelnitski, en el oeste del país, indicó que el martes aprobó la liberación de dos de ellos, un hombre nacido en 2000 y otro en 1981, ambos condenados por robo, para que se unieran a la Guardia Nacional de Ucrania.
“El tribunal accedió a sus peticiones y ordenó al centro de detención de Jmelnitski que liberara inmediatamente a los hombres de sus condenas para que cumplieran un servicio militar por contrato”, declaró en un comunicado publicado el miércoles.
“Cada hombre es apto para el servicio militar, superó un examen profesional y psicológico y posee un nivel suficiente de condición física”, añadió el tribunal, que estudia actualmente medio centenar de solicitudes similares.
A principios de mayo, los diputados ucranianos adoptaron una ley, firmada inmediatamente después por el presidente Volodimir Zelensky, que permite el reclutamiento de ciertas categorías de prisioneros por el ejército a cambio de una amnistía.
La medida no es aplicable a las condenas por delitos graves como asesinato, violencia sexual o ataques a la seguridad nacional.
En Rusia, el grupo paramilitar Wagner reclutó a partir de 2022 a decenas de miles de presos de las cárceles rusas, que murieron en combates extremadamente sangrientos, entre ellos durante la batalla de Bakhmut.
El director de la ONG ucraniana “Protección de los presos en Ucrania”, Oleg Tsvili, declaró en mayo a la agencia AFP que temía que los detenidos ucranianos corrieran la misma suerte.
Desplazados en Kharkiv
Por otra parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó el martes que más de 14.000 personas tuvieron que abandonar sus hogares por los combates en la región ucraniana de Kharkiv, donde Moscú lanzó un nuevo asalto de envergadura el 10 de mayo.
“Más de 14.000 personas fueron desplazadas en unos días, y otras casi 189.000 continúan viviendo a menos de 25 kilómetros de la frontera con la Federación de Rusia y afrontan importantes riesgos a causa de los combates en curso”, declaró el representante de la OMS en Ucrania, Jarno Habicht, en rueda de prensa.
El representante explicó que estas son las cifras de las que dispone la OMS tras haber hablado con las autoridades locales, e indicó que algunas de esas personas se marcharon a Kharkiv, la segunda mayor ciudad de Ucrania, mientras que otras encontraron refugio en otros lugares.
Con su asalto terrestre, Rusia logró sus mayores avances territoriales en Ucrania desde finales de 2022. Kiev dice que logró detener el avance ruso, lo que Moscú niega.
La agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) indicó este martes que está “extremadamente preocupada (...) por el incremento de las necesidades humanitarias y los desplazamientos forzados” resultantes de la ofensiva rusa. ACNUR teme en particular que se vuelvan “aún más difíciles” las condiciones en Kharkiv, que ya alberga a 200.000 desplazados internos, “si continúan la ofensiva terrestre y los incesantes ataques aéreos”, tal como declaró a la prensa una portavoz en Ginebra, Shabia Mantoo.
(Con información de AFP)