A la espera de la invitación para su adhesión formal a la OTAN -de la que aún no hay noticias certeras-, Ucrania exploró otras formas de conseguir el respaldo de la comunidad internacional en el plano de Defensa y Seguridad, más allá de los compromisos y envíos de armamento asumidos en el marco de la guerra con Rusia. Es por ello que el Ejecutivo de Kiev ha avanzado con la firma de acuerdos bilaterales con los socios occidentales, que ya suman nueve y se prevén otros en el futuro próximo.
Hasta el momento, Ucrania consiguió compromisos con el Reino Unido, Alemania y Francia, entre otros, y ya se analizó el borrador de un documento a suscribir con Suecia en los próximos meses. En tanto, se espera que España y Estados Unidos sean las siguientes naciones en sumarse a la lista.
Esta vía es “la mejor alternativa a la integración de la OTAN hasta que esta sea posible”, consideró el codirector de los programas de Relaciones Exteriores y Seguridad del Centro Razumkov, Oleksí Melink, ya que tienen una naturaleza a largo plazo y proporcionan un “marco ya preparado” de coordinación militar a activar en caso de ser necesario. Asimismo, permiten no perder tiempo valioso frente a una agresión, que sí podría ocurrir en casos de países miembros de la Alianza, dado que su cláusula quinta -de defensa colectiva- establece el consenso de los 32 miembros previo a una respuesta.
No obstante, Ucrania no desiste en sus pedidos por sumarse al bloque, ya que considera que se trata de una tarea pendiente que representa más que sólo la mera defensa de su territorio y que será clave tanto para sus años futuros como para el continente.
“La pertenencia a la OTAN sigue siendo la forma más eficaz de garantizar la seguridad y la soberanía de Ucrania y disuadir futuras agresiones militares” y demostraría a Rusia que no tiene el poder de imponer su voluntad sobre la Alianza, argumenta el último informe del Grupo Internacional sobre la Seguridad de Ucrania y la Integración Euroatlántica. En ese sentido, el documento apunta, a su vez, que este paso sería “vital para reforzar la seguridad de Europa y de toda la comunidad euroatlántica”.
Inclusive, los expertos del Grupo retomaron esta última idea e hicieron énfasis al mencionar que no se puede considerar la adhesión “sólo cuando la guerra haya terminado” sino que, por el contrario, esta decisión “debe formar parte de la estrategia de Occidente para poner fin” al conflicto bélico en curso.
“La principal razón por la que los ucranianos no están dispuestos a deponer las armas y negociar con Rusia es porque entienden que esta guerra es existencial y que Rusia volverá a atacar” pero si se concreta la adhesión formal, ello dejaría al Kremlin sin ningún beneficio real para continuar con sus ofensivas, señalaron.
También, según el director ejecutivo del Instituto Internacional de Sociología de Kiev, Antón Grushetski, una propuesta formal de la Alianza haría que muchos ucranianos estuvieran más abiertos a negociar en caso de que fuera necesario, por lo que también podría contribuir al fin de la guerra.
A pesar de ello, aún no existe un consenso en el seno de la OTAN para extender a Ucrania una invitación aunque sí se fijó un plazo máximo para ello: julio de 2028. Antes de esa fecha, los aliados deberán resolver sus discrepancias y Kiev trabajar para reunir todas las condiciones necesarias.
(Con información de EFE)