La presidenta de Georgia, Salome Zurabishvili, vetó este sábado la controvertida ley sobre agentes extranjeros aprobada por el Parlamento, aduciendo que obstruye el proceso de integración europea del país caucásico, y exigió su inmediata derogación.
“Hoy he vetado la ley rusa. Por su contenido y su espíritu, es rusa y contradice nuestra Constitución y todos los estándares europeos. Obstruye nuestro camino a Europa”, aseguró durante una intervención por televisión.
Zurabishvili adelantó que este sábado, el veto será enviado al Parlamento, que aprobó esta semana dicha ley, que sus detractores comparan con la normativa que el Kremlin emplea para perseguir y acallar a la disidencia.
“La ley no puede ser objeto de ningún cambio o mejora. Debe ser derogada”, afirmó.
Ahora, el Parlamento debe debatir y votar el veto presidencial, que puede ser rechazado por una mayoría simple de diputados, es decir, 76 de los 150 escaños de la cámara.
El gobernante Sueño Georgiano, autor de la ley, cuenta actualmente con 84 diputados, por lo que tiene todas las posibilidades de rechazar el veto y devolver la normativa a la presidenta para su promulgación.
En caso de negativa, el documento puede ser firmado por el presidente del Parlamento y entrar en vigor.
La conocida como ley ‘Sobre la transparencia de la influencia extranjera’ provocó en las últimas semanas protestas multitudinarias en Tiflis, ya que la oposición cree que allana el camino para la persecución de las formaciones políticas y ONGs críticas con el poder.
El líder de la oposición georgiana, Leván Jabeishvili, aseguró a EFE que las manifestaciones antigubernamentales continuarán, ya que no se trata de “protestas partidistas”, sino de una “iniciativa popular” liderada por los jóvenes georgianos que ansían formar parte de la comunidad europea.
“Occidente quiere ver a Georgia como su socio en el mar Negro. Pero el Kremlin envía a través de (el líder de Sueño Georgiano, Bidzina) Ivanishvili el mensaje de que Rusia tiene el monopolio en toda la región, que aquí no hay alternativa a Rusia”, señaló.
Zurabishvili se reunió esta semana en Georgia con los jefes de las diplomacias de Islandia, Letonia, Lituania y Estonia, que se sumaron a uno de los mítines de la oposición como representantes de la Unión Europea, que ha advertido que dicha ley aleja a Tiflis de los Veintisiete.
Estados Unidos también se ha opuesto a la aprobación de dicha legislación, mientras Rusia ha denunciado la injerencia occidental en los asuntos internos de este país.
Estados Unidos advirtió este martes que reevaluará su relación con Georgia si llega a entrar en vigor una iniciativa aprobada por el Parlamento georgiano conocida como la ‘ley rusa’ por su semejanza con la normativa que en Rusia se emplea para acallar a los opositores.
“Estamos profundamente preocupados por la legislación al estilo del Kremlin de Georgia”, dijo la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, en una rueda de prensa.
Enormes multitudes de manifestantes bloquearon calles en la capital de Georgia y se arremolinaron enojados frente al edificio del parlamento después de que los legisladores aprobaron el martes un proyecto de ley de “influencia extranjera” que los críticos llaman una amenaza al estilo ruso a la libertad de expresión y a las aspiraciones de ingresar en la Unión Europea.
Poco después de la votación de 84 a 30, una multitud de manifestantes frente al parlamento intentó romper las barreras metálicas cerca del edificio. Al menos 13 personas fueron arrestadas y los informes de noticias georgianos mostraron a una de ellas con graves cortes y contusiones en la cabeza.
Las protestas se ampliaron después del anochecer, con miles de manifestantes marchando hacia la Plaza de los Héroes, a unos dos kilómetros del parlamento, y bloqueando las calles que convergen en la plaza.
El proyecto de ley exige que los medios de comunicación, las organizaciones no gubernamentales y otros grupos sin fines de lucro se registren como “que persiguen los intereses de una potencia extranjera” si reciben más del 20% de su financiación del extranjero.
El gobierno dice que el proyecto de ley es necesario para frenar lo que considera actores extranjeros dañinos que intentan desestabilizar la política en la nación del sur del Cáucaso de 3,7 millones de habitantes.
(Con información de EFE)