El Ejército de Israel sigue avanzando sobre la Franja de Gaza, principalmente en dos frentes: uno en el sur, en la ciudad de Rafah, y otro en el norte, en varios puntos. Allí, precisamente en Jabaliya, están librándose “quizás los combates más feroces” desde el inicio de la guerra, el pasado octubre, alcanzando incluso al campo de refugiados durante las maniobras aéreas y los disparos de artillería.
Asimismo, las tropas operaron en el distrito de Zeitun durante una semana, realizando “incursiones precisas” que permitieron la eliminación de “más de 90 terroristas”.
No obstante, no todas las noticias fueron malas para esta región. Tras semanas de espera, Estados Unidos confirmó la víspera que el muelle flotante que construyó en la costa ya está operativo y, en las últimas horas, ya arribó al enclave el primer cargamento de asistencia humanitaria. Se espera que en los próximos días ingresen cerca de 500 toneladas de estos productos básicos por medio de esta vía aunque ello no puede sustituir las entregas terrestres, alertaron los expertos.
En tanto, en el sur de Gaza, Israel está decidido a intensificar sus maniobras, que hasta ahora se mantienen limitadas, y eliminar a los batallones de Hamas que aún están operativos.
El Ministerio de Defensa confirmó que “están entrando más tropas” en Rafah y “la actividad (militar) se intensificará”, a pesar de los llamados de la comunidad internacional a cesar con sus acciones por la crisis humanitaria que podría generar en los cerca de dos millones de refugiados.
Lanzar una ofensiva a gran escala “tendría consecuencias catastróficas en la población civil”, advirtieron nuevamente este viernes los gobiernos de trece países, entre ellos el Reino Unido, Francia, Alemania, Canadá y Japón. “Instamos al Gobierno de Israel a dejar entrar la ayuda humanitaria en la Franja de Gaza a través de todos los puntos fronterizos pertinentes, incluido Rafah”, agregaron sobre el paso clave, que está en desuso desde el pasado 7 de mayo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) se sumó a este llamamiento y sostuvo que lleva diez días sin recibir paquetes con productos médicos. “Conseguimos distribuir algunos suministros pero todavía faltan muchos insumos, especialmente el combustible necesario para el funcionamiento de los hospitales”, dijo un portavoz de la agencia.
Sin embargo, el gabinete liderado por el primer ministro Benjamin Netanyahu sigue desmintiendo las acusaciones en su contra sobre la grave situación en la zona. Este viernes se llevó a cabo la segunda jornada de audiencias en la Corte Internacional de Justicia, donde Tel Aviv enfrenta una denuncia de Sudáfrica por llevar a cabo una campaña de “genocidio” en Rafah.
“La gente está aterrorizada e intenta huir” hacia el norte y la costa, “lo cual es muy difícil porque no hay ninguna ruta segura para salir de Rafah y desde luego no hay ningún destino seguro en Gaza”, dijo el portavoz de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Jens Laerke.
Los enviados israelíes respondieron a dichos señalamientos y dijeron que están “totalmente desconectados” de la realidad ya que antes de ingresar, el 6 de mayo, el Ejército ordenó a los civiles evacuar y “600.000 personas huyeron de la zona de los combates”. Así, se evitó una “catástrofe” y sigue evitándose, gracias a que los palestinos continúan con la evacuación del lugar.
(Con información de AFP)