Al menos tres agentes de la Policía francesa han resultado heridos este jueves en el marco de un tiroteo registrado a última hora del día en un operativo llevado a cabo en Numea, la capital de Nueva Caledonia, donde miles de personas llevan días protestando contra la posible ampliación del censo electoral, que permitiría votar a los ciudadanos franceses que lleven más de diez años viviendo en el archipiélago.
Uno de los agentes resultó herido en una pierna y ha sido trasladado en helicóptero al hospital de Médipole, en Kutio, donde está siendo sometido a una operación de emergencia. Su vida, según fuentes cercanas al asunto, ya no corre peligro. Una segunda autoridad también está siendo operada tras resultar herida en un ojo, y el tercer agente ha sido herido en un brazo.
Esta misma mañana un gendarme ha muerto tras recibir un “disparo accidental por una incorrecta manipulación del arma” en el marco de una operación de seguridad durante los disturbios, por lo que ya son cinco los fallecidos desde el lunes: tres civiles y dos agentes de Policía.
Con el objetivo de priorizar las emergencias, el hospital Gaston-Burret, situado en la capital, ha suspendido todas las consultas programadas para este jueves, tal y como ha indicado la gerencia del centro en un comunicado recogido por el diario galo Le Figaro. Además, las visitas familiares han quedado prohibidas a medida que las calles circundantes siguen bloqueadas por los manifestantes.
Por su parte, la Confederación General del Trabajo (CGT) ha convocado protestas en la Francia continental en señal de apoyo a la población de Nueva Caledonia por considerar que la actitud del Gobierno “es una provocación”.
“La violencia debe parar”, ha dicho la secretaria general del sindicato, Sophie Binet, en un mensaje en su cuenta de la red social “X”.
El sindicato se encuentra así organizando una marcha para trasladar al pueblo canaco su solidaridad. “Espero verles esta tarde en apoyo de nuestros hermanos y hermanas canacos. Se debe poner en marcha cuanto antes una misión de mediación independiente”, ha puntualizado. El presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Nueva Caledonia, David Guyenne, ha alertado de que los disturbios han provocado ya daños valorados en 200 millones de euros.
Un día después de la instauración del estado de emergencia decretado por el Gobierno de Emmanuel Macron, los saqueos han disminuido en la isla del Pacífico sur, aunque la situación, en palabras del primer ministro, Gabriel Attal, sigue “muy tensa”.
“Enviaremos 1.000 agentes suplementarios, que se unirán a los 1.700 ya desplegados” en un territorio con 270.000 habitantes, dijo Attal, al término del segundo consejo de Defensa consecutivo sobre Nueva Caledonia.
Junto a la sensación de inseguridad, los neocaledonios también comienzan a sentir falta de ciertos alimentos y medicinas por los asaltos y saqueos a supermercados y farmacias. El Gobierno ha valorado en 200 millones de euros el coste de los actos vandálicos producidos hasta ahora.
Francia culpa a Azerbaiyán
La rebelión en Nueva Caledonia, considerada la más grave desde 1988, ha llevado al Ejecutivo de Macron a tomar medidas inéditas, como la prohibición de la red social china TikTok para evitar que los insurrectos, la mayoría jóvenes menores de 30 años, se puedan comunicar y concertar sus ataques.
Esta medida responde además al temor de París de que otros Estados extranjeros estén detrás de los disturbios, incitando a los manifestantes a que sigan con sus acciones violentas. El miembro del Gobierno que ha sido más claro al respecto ha sido el ministro del Interior, Gérald Darmanin, quien apuntó a Azerbaiyán como principal instigador.
“Sobre Azerbaiyán, no es algo fantasioso, es una realidad (...) Lamento que parte de los líderes independentistas caledonios hayan cerrado un acuerdo con Azerbaiyán”, afirmó Darmanin en unas declaraciones al canal público de televisión France2, en respuesta a una pregunta acerca de si Rusia, China o el país caucásico han tenido algún papel en la instigación de la ola de violencia.
Darmanin recordó que el régimen azerbaiyano “es una dictadura que masacra” a parte de su población, por lo que a su juicio esta colaboración “da una idea” acerca de lo que supone la democracia para “algunos líderes” independentistas de Nueva Caledonia.
Azerbaiyán, por su parte, rechazó y calificó de infundadas las acusaciones de injerencia. “Es otra acusación infundada contra el Estado azerbaiyano y sus supuestos vínculos con dirigentes que defienden la independencia de Nueva Caledonia”, dijo a la agencia EFE el portavoz de la diplomacia azerbaiyana, Aykhan Hajizade.
(Con información de Europa Press y EFE)