Israel confirmó este jueves la muerte de dos ciudadanos tailandeses durante los ataques del 7 de octubre que se presumía que podían seguir con vida. Sin embargo, tras analizar las pruebas disponibles, las autoridades lograron definir que habían perdido la vida aquel día y que sus cuerpos habían sido llevados a la Franja de Gaza.
Los difuntos son Sonthaya Oakkharasr y Sudthisak Rinthalak, ambos trabajadores agricultores en el kibutz Beeri, ubicado a unos cinco kilómetros de la frontera con el enclave palestino. Ambas familias ya han sido notificadas, el Gobierno de Tailandia expresó su “más sentido pésame” y las agencias involucradas se encuentran brindándoles toda la asistencia necesaria, informó la diplomacia de Bangkok en un comunicado.
El portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, Daniel Hagari, también lamentó la noticia y reiteró su condena al accionar de los combatientes desde aquella masacre. “El 7 de octubre, los terroristas de Hamas asesinaron brutalmente a 39 tailandeses y secuestraron a otros 31 para enviarlos a Gaza. Como ellos, otros ciudadanos extranjeros fueron secuestrados, incluidos ciudadanos de Tanzania, Nepal, México, Estados Unidos y Francia”, comenzó diciendo.
“La terrible crueldad de Hamas se utilizó contra cualquiera que se interpusiera en su camino, sin distinción de su origen”, sumó.
Tras conocerse esta noticia, se cree que el nuevo balance de tailandeses en manos de los terroristas es de seis, por cuya liberación Bangkok sigue presionando a Israel.
Durante la tregua del pasado noviembre, la única hasta el momento, que implicó un alto el fuego de una semana a cambio de la liberación de un grupo de rehenes y el ingreso de ayuda humanitaria en la Franja, Hamas devolvió a Israel a un gran grupo de estos ciudadanos. Algunos de ellos formaron parte del pacto alcanzado con Tel Aviv -con la mediación de Qatar, Egipto y Estados Unidos- y otros fueron el resultado de una negociación paralela directa entre Bangkok y el grupo islamita.
Así, en total se consiguió la liberación de 23 tailandeses, algo que el Gobierno describió como un “éxito diplomático”. “Ha sido una historia de éxito de todo el mundo que ha colaborado. Sentí una emoción de felicidad que alivió los casi dos meses de incertidumbre al desconocer cómo estaban los secuestrados”, comentó el ministro de Exteriores, Parnpree Bahiddha-Nukara
Poco después de ello, fueron devueltos a su país y recibidos en un clima de gran emoción. “Estamos felices de estar en casa y ver a nuestras familias pronto”, dijo uno de los 17 que encabezaron el primer viaje.
No obstante, desde entonces no se ha logrado alcanzar una nueva tregua y las posibilidades de ello parecen cada vez más lejanas. En las últimas semanas, las partes debatieron sobre un nuevo documento, en el que se contemplaba un período más largo -de aproximadamente seis semanas- durante el cual se produciría un alto el fuego temporal para avanzar con la liberación de los civiles de a grupos, a cambio de la excarcelación de algunos presos palestinos. A la par, se impulsaría el ingreso de ayuda humanitaria en Gaza.
El problema fue que, si bien se había logrado un consenso sobre estos puntos, no se consiguió sobre el alto el fuego: Hamas reclama que sea definitivo -es decir, el fin de la guerra- mientras que Israel se niega a ello ya que considera que su victoria en el conflicto se dará sólo con la erradicación del grupo terrorista y ello es posible con su avance sobre el enclave.
Inclusive, en los últimos días siguió con sus ofensivas en la sureña ciudad de Rafah, donde cerca de dos millones de civiles se asientan en campamentos humanitarios.
(Con información de AFP y Europa Press)