El parlamento de Georgia aprobó una ley que los críticos ven como una amenaza a la libertad de prensa y a las aspiraciones del país de unirse a la Unión Europea. Los legisladores desafiaron semanas de grandes manifestaciones en la capital que también mostraron enojo contra la vecina Rusia.
¿Qué hace la ley?
La ley exigiría que los medios de comunicación, las organizaciones no gubernamentales y otras organizaciones sin fines de lucro se registren como “que persiguen los intereses de una potencia extranjera” si reciben más del 20% de la financiación del extranjero.
La ley es casi idéntica a la que el partido gobernante Sueño Georgiano fue presionado para retirar el año pasado después de protestas similares. Esta versión pasó su tercera y última lectura en el parlamento el martes.
El partido gobernante dice que la ley es necesaria para frenar lo que considera una influencia extranjera dañina sobre la escena política de Georgia y evitar que actores extranjeros no identificados intenten desestabilizarla.
La oposición la denuncia como “la ley rusa” porque Moscú utiliza una legislación similar para estigmatizar a los medios de comunicación independientes y a las organizaciones críticas con el Kremlin. Los legisladores de la oposición han acusado al partido gobernante de intentar arrastrar a Georgia a la esfera de influencia de Rusia.
La ley se enviará a la presidenta antes de que entre en vigor. La presidenta Salomé Zourabichvili, que está cada vez más en desacuerdo con el partido gobernante, ha prometido vetar la ley, pero Georgian Dream tiene una mayoría suficiente para anular un veto.
¿Cómo están los vínculos Rusia-Georgia?
Las relaciones entre Rusia y Georgia han sido tensas y turbulentas desde el colapso de la Unión Soviética en 1991 y la salida de Georgia de su papel de república soviética.
En 2008, Rusia libró una breve guerra con Georgia, que había hecho un intento fallido de recuperar el control de la provincia separatista de Osetia del Sur. Luego, Moscú reconoció a Osetia del Sur y otra provincia separatista, Abjasia, como estados independientes y reforzó su presencia militar allí. La mayor parte del mundo considera que ambas regiones son parte de Georgia.
Tbilisi cortó relaciones diplomáticas con Moscú, y el estatus de las regiones sigue siendo un motivo de irritación, incluso cuando las relaciones entre Rusia y Georgia han mejorado en los últimos años.
El opositor Movimiento Nacional Unido acusa a Georgian Dream, fundado por Bidzina Ivanishvili, ex primer ministro y multimillonario que hizo su fortuna en Rusia, de servir a los intereses de Moscú, acusación que el partido gobernante niega.
¿Cuál es la posición de la UE?
El jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell, describió la decisión del parlamento como “un acontecimiento muy preocupante” y advirtió que “la adopción final de esta legislación impactaría negativamente el progreso de Georgia en su camino hacia la UE”. Borrell dijo anteriormente que la ley “no estaba en línea con las normas y valores fundamentales de la UE” y limitaría la capacidad de los medios y la sociedad civil para operar libremente.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, dijo después de que se aprobara la ley que “si quieren unirse a la UE, deben respetar los principios fundamentales del estado de derecho y los principios democráticos”.
(Con información de AP)