John Lee, el líder de Hong Kong, le exigió este martes a las autoridades británicas la información completa sobre la detención de tres hombres, acusados de ayudar al servicio de inteligencia exterior del territorio chino. Entre los arrestados se encontraba el director de una oficina del gobierno hongkonés en el Reino Unido.
Los hombres han sido acusados de ayudar a un servicio de inteligencia extranjero entre diciembre de 2023 y mayo de 2024 “aceptando llevar a cabo recopilación de información, vigilancia y actos de engaño” en Reino Unido.
Los detenidos en cuestión han sido identificados como Chi Leung Wai, de 38 años, Matthew Trickett, de 37 y Chung Biu Yuen, de 63, según ha indicado la Policía Metropolitana de Londres en un comunicado. Todos ellos habrían estado recabando información sensible, realizando actos de vigilancia y transmitiendo datos al Gobierno de Hong Kong, especialmente de miembros de la diáspora hongkonesa en Reino Unido.
Los tres hombres están acusados también de “injerencia extranjera” por forzar la entrada en una vivienda. Todos los delitos se enmarcan en la Ley de Seguridad Nacional británica, que introdujo el año pasado nuevas medidas contra las amenazas extranjeras, entre ellas el espionaje y la injerencia. En los cargos no se nombra al servicio de inteligencia de Hong Kong en concreto.
Los tres hombres estaban entre 11 personas detenidas este mes en Yorkshire y Londres por la policía antiterrorista. Los otros ocho detenidos fueron liberados sin cargos.
Un día después de que los hombres comparecieran ante un tribunal británico, John Lee confirmó a través de las declaraciones efectuadas a los medios que uno de los tres detenidos, Bill Yuen, era un ex compañero de su universidad, con quien aparece en una fotografía de grupo en la graduación en 2002.
Lee citó una declaración de la Embajada China en Londres, la cual rechazó el caso como una “invención de Reino Unido” y una “acusación injustificada” contra el gobierno de Hong Kong.
Mientras tanto, el Ministerio de Relaciones Exteriores británico convocó al Embajador chino, Zheng Zeguang, para indicarle que el espionaje y los ciberataques no eran aceptables. La convocatoria, enviada por el propio ministro de Exteriores, David Cameron, llega a medida que el Gobierno critica el “patrón de comportamiento” de China hacia el país, lo que incluye posibles ataques cibernéticos contra infraestructuras británicas.
La Embajada China había indicado que el caso podría poner en peligro las relaciones entre Beijing y Londres, en medio de las tensiones persistentes por una amplia ofensiva contra la seguridad nacional en Hong Kong, antigua colonia británica que volvió a manos chinas en 1997.
“Desde hace tiempo, Reino Unido ha estado vertiendo acusaciones contra Hong Kong, incluidas algunas sobre espionaje y ciberataques. Todas estas acusaciones carecen de base alguna”, han afirmado desde la legación diplomática, que acusan a las autoridades británicas de “acoso”.
El Gobierno de China ya había acusado a las autoridades de Reino Unido de incurrir en tácticas de “manipulación política” en otras ocasiones. En marzo de este año, tras las acusaciones lanzadas por supuestos ciberataques de ‘hackers’ chinos, China insistió en que Beijing se opone “firmemente” a cualquier tipo de actividad maliciosa en internet.
“Instamos a Estados Unidos y a Reino Unido a que dejen de politizar temas de ciberseguridad, dejen de difamar a China y de imponer sanciones unilaterales”, había reclamado el portavoz del Ministerio de Exteriores del gigante asiático, Lin Jin, que deja la puerta abierta a adoptar “medidas necesarias” para “salvaguardar los derechos e intereses” chinos.
(Con información de Reuters y Europa Press)