El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó este lunes que China es “el principal país” que hace posible que Rusia pueda llevar a cabo la guerra contra Ucrania porque proporciona componentes críticos para las armas de Moscú y es el mayor socio comercial del Kremlin.
“El principal país que está haciendo posible que Rusia lleve a cabo su guerra de agresión contra Ucrania en Europa es China. Son de lejos el mayor socio comercial de Rusia, están entregando componentes críticos para sus armas, microelectrónica, tecnología avanzada, que están posibilitando a Rusia construir misiles, drones y un montón de otras cosas que son clave para su guerra contra Ucrania”, declaró.
El político noruego se pronunció en ese sentido durante una intervención virtual desde la sede de la Alianza, en Bruselas, en el marco de la cumbre de la juventud de la OTAN, que se celebra hoy en Estocolmo y Miami (EE UU).
Stoltenberg añadió que el régimen de Irán está proporcionando drones a Moscú y que la dictadura de Corea del Norte otorga al Kremlin munición y armas.
Así, aseguró que “los amigos de Rusia en Asia”, en referencia a Irán, Corea del Norte y China, “son clave para la capacidad de Rusia de luchar contra un amigo y vecino europeo de la OTAN”.
“Esa idea de que podemos dividir a Asia de Europa no funciona ya. Esto está vinculado y, por tanto, también necesitamos abordar los desafíos de seguridad que China representa para nuestra seguridad”, expuso, si bien aseveró que la OTAN seguirá siendo una alianza regional entre Norteamérica y Europa.
Explicó que no se trata de desplazar la OTAN hacia la región indopacífica, sino que Beijing y las “amenazas globales” se están acercando al territorio aliado.
“Vemos a China en el ciberespacio, en África, en el Ártico, la vemos intentando controlar infraestructuras críticas en nuestros propios países. Todo esto importa para nuestra seguridad. En muchos modos, la guerra en Ucrania demuestra que la seguridad no es regional, sino global”, subrayó.
Para justificar la necesidad de invertir en defensa, señaló que sin paz y seguridad no será posible tratar el resto de “grandes desafíos”, entre los que mencionó el calentamiento global, mitigar la pobreza o lograr progresos sociales y económicos.
“Todo eso sería imposible si no somos capaces de preservar la paz, de preservar la seguridad para los mil millones de personas que viven en los países de la OTAN”, detalló, y recordó que a finales de los ochenta los aliados europeos y Canadá destinaban “aproximadamente el 3 % del PIB a la defensa”, más que en la actualidad.
Agregó que se debe ser capaz de incrementar la inversión en defensa cuando las tensiones aumentan, “como sucede ahora”.
Por otro lado, constató que las tecnologías “emergentes disruptivas están cambiando la naturaleza de la guerra tanto como la Revolución Industrial hace un par de siglos”.
Consideró necesario establecer en la OTAN directrices éticas para esas tecnologías emergentes disruptivas y dijo que la OTAN está trabajando en ello. También vio necesario garantizar “un mínimo de directrices éticas” entre los “potenciales adversarios” de la organización transatlántica cuando implementen esas nuevas tecnologías en sus sistemas militares.
Preguntado por el papel que tendrá la Alianza en la reconstrucción de Ucrania una vez terminada la guerra, respondió que en primer lugar se debe garantizar que Kiev prevalezca en el conflicto.
“La tarea más inmediata e importante ahora es ayudar a Ucrania con apoyo militar, como hacen los aliados de la OTAN. Necesitamos mantener eso y hacer el apoyo más previsible y robusto”, expuso.
En cualquier caso, dijo que la OTAN tendrá un papel “clave” en la reconstrucción de las instituciones de seguridad y defensa ucranianas y también en ayudar a que Ucrania se convierta en un miembro “de pleno derecho” de la Alianza.
(Con información de EFE)