Tensión en el Pacífico: Filipinas impidió que el régimen de China construyera una isla artificial en aguas disputadas

El portavoz de la Oficina de Comunicaciones Presidencial filipina afirmó que el buque BRP Teresa Magbanua lleva 26 días en las aguas en torno a Sabina para evitar las “actividades ilegales” de Beijing y agregó que esperan la llegada de un barco japonés para asistir en las tareas de vigilancia

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Un personal de la Guardia
Un personal de la Guardia Costera de Filipinas mira a través de unos binoculares mientras realiza una misión de reabastecimiento para las tropas filipinas estacionadas en un buque de guerra encallado en el Mar de China Meridional. REUTERS/Adrian Portugal/Foto de archivo

Las autoridades de Filipinas afirmaron este sábado que sus fuerzas han evitado que la Guardia Costera china haya construido una isla artificial en un atolón en aguas disputadas en el mar de China Meridional cerca de la isla filipina de Palawan.

En un comunicado, la Oficina de Comunicaciones Presidencial filipina indicó que la Guardia Costera filipina ha impedido a las autoridades chinas crear una isla artificial en el atolón Sabina, conocido como Escoda por los filipinos y Xianbin Jiao por los chinos.

“El mero hecho que la Guardia Costera filipina haya prevenido que el Gobierno chino continúe su reclamación en el atolón Sabina quiere decir que seguimos siendo efectivos. El Estado (filipino) tiene derechos soberanos sobre esas aguas”, señaló el portavoz de la Guardia Costera filipina, Jay Tarriela.

El portavoz afirmó que el buque BRP Teresa Magbanua lleva 26 días en las aguas en torno a Sabina para evitar las “actividades ilegales” de China y agregó que esperan la llegada de un barco japonés para asistir en las tareas de vigilancia.

Según el canal filipino GMA, otros dos barcos filipinos, el BRP Cabra y BRP Malabrigo, también han estado patrullando en aguas cercanas al atolón Sabina.

Un buque de la guarda
Un buque de la guarda costa de China maniobra junto al BRP Cabra de los guardacostas de Filipinas. (AP Foto/Jim Gomez, archivo)

Las autoridades filipinas acusaron a Beijing de destruir corales que luego usan como material de construcción para desarrollar islas artificiales.

El atolón Sabina se encuentra en el archipiélago Spratly, unas 123 millas náuticas al oeste de Palawan, y es reclamado por Filipinas, China, Taiwán y Vietnam.

En los últimos meses se han multiplicado los enfrentamientos entre buques chinos y filipinos en el mar de China Meridional, principalmente en torno a los atolones de Scarborough y de Second Thomas, donde acuden pescadores filipinos a faenar.

Las autoridades filipinas alegan que los atolones se encuentran dentro de las 200 millas náuticas (370 kilómetros) de su zona de exclusividad económica, que según la ley internacional le da derecho a la explotación de los recursos aunque sea consideradas aguas internacionales.

Beijing alega razones históricas para reclamar casi la totalidad del mar de China Meridional, por el que circula alrededor del 30 % del comercio global y que alberga el 12 % de los caladeros mundiales, además de yacimientos de petróleo y gas.

Expulsión de diplomáticos

El consejo de Seguridad Nacional de Filipinas pidió la expulsión “inmediata” del país de los diplomáticos chinos “responsables” de la filtración de una supuesta conversación entre ambos países acerca de sus disputas en el mar Meridional, lo que Beijing tachó de “imprudente”.

Aquellos individuos de la Embajada de China responsables de violar las leyes filipinas (...) deben ser expulsados del país inmediatamente”, subraya un comunicado del consejero de seguridad filipino, Eduardo M. Año.

El consejero pide al departamento de Exteriores del archipiélago asiático que tome las “medidas adecuadas” contra los diplomáticos chinos que reclamen haber grabado una supuesta conversación telefónica entre un miembro de su legación en Manila y un funcionario de Defensa filipino.

La denuncia se refiere a la filtración de la transcripción de una supuesta conversación telefónica el pasado 3 de enero, de la que se hicieron eco algunos medios filipinos, en la que Manila habría aceptado la propuesta china de enviar menos barcos a un atolón disputado entre ambos en el mar Meridional y notificar a Beijing sus misiones de antemano.

“Los repetidos actos de la Embajada de China en la diseminación de desinformación, ahora revelando transcripciones espurias de grabaciones de supuestas conversaciones entre representantes de ambos países, no deberían suceder sin ser penalizados”, añade el comunicado de Año.

(Con información de EFE)

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