El dictador norcoreano Kim Jong-un examinó este viernes el sistema de armamento de artillería de su país, en el que destacó un lanzacohetes múltiple de 240 mm que recibió recientemente una actualización técnica. Durante su visita a un punto de ejercicios militares, también vio el disparo de prueba de uno de estos proyectiles controlables que son fabricados en empresas nacionales.
“El lanzacohetes múltiple actualizado con alta movilidad y concentración de fuego tiene un sistema de control combinado de fuego automático y se desplegará en las unidades del Ejército Popular de Corea como equipo de reemplazo de 2024 a 2026″, informó la agencia estatal KCNA y sumó que este “cambio significativo” tendrá lugar pronto.
El mes pasado, Kim Jong-un había estado presente en una prueba de disparo de este sistema y ya había prometido las mejoras en la capacidad de combate que éste propiciaría a sus tropas y podrían golpear objetivos en Corea del Sur. “Supondrá un cambio estratégico en el fortalecimiento de las capacidades de artillería del Ejército del país”, dijo entonces.
La primera prueba de estos proyectiles se conoció en febrero de este año como parte de los esfuerzos que Pyongyang realiza para intimidar a su vecina Seúl aunque muchos expertos no descartan que se trate, también, de una estrategia para desarrollar armas que luego puedan ser suministradas a países aliados, como Rusia. Inclusive, en 2023, las naciones sellaron un pacto de cooperación militar por el que ya han iniciado los envíos a Moscú para fortalecer sus capacidades en la guerra en Ucrania.
A la par de estas recientes maniobras, el régimen de Corea del Norte efectúa a menudo ensayos militares con ojivas nucleares para misiles de crucero estratégicos, que encienden las alarmas en Occidente.
A pesar de que el país esté sometido a múltiples sanciones de la comunidad internacional desde 2009, cuando realizó su segunda prueba nuclear, lo cierto es que ello no ha impedido a las autoridades continuar con el desarrollo y el fortalecimiento de sus capacidades en este aspecto. A esto se suma que Pyongyang aumentó, en los últimos años, su retórica bélica y su acercamiento a otros regímenes de la región.
Inclusive, Kim llamó a sus tropas a estar preparadas para la guerra ante la inestabilidad geopolítica que rodea a su nación. “Si el enemigo opta por la confrontación militar con la República Popular Democrática de Corea, la RPDC asestará un golpe mortal al enemigo sin vacilación mediante la movilización de todos los medios en su poder”, lo citó semanas atrás la agencia estatal y sumó: “Destacando la complicada situación internacional y la incierta e inestable situación militar en torno a la RPDC, ahora es el momento de estar más preparado que nunca para una guerra”.
Por su parte, Estados Unidos busca reducir las tensiones y aboga por un canal de diálogo para alcanzar un escenario con perspectivas más “positivas”. “Acojo con agrado la oportunidad para iniciar un diálogo con la República Democrática Popular de Corea por parte de nuestros aliados. He dicho muchas veces que estamos abiertos al diálogo nosotros mismos, en cualquier momento, sin precondiciones”, aseguró Biden.
No obstante, el gobierno de Biden intensificó la cooperación con Seúl con el ánimo de contrarrestar las maniobras de intimidación y fortalecer su capacidad de defensa en caso de un ataque.
(Con información de Reuters)